Este jueves se registraron repetidos bajones eléctricos acompañados de breves apagones. Hay angustia en los tachirenses
Bleima Márquez
Noche de terror pasaron los tachirenses este jueves, 9 de noviembre, a causa de los cambios bruscos en el voltaje o tensión eléctrica que llegaban a los distintos hogares de esta entidad andina. Parecía que un espanto rondaba las casas y se burlaba de hombres y mujeres de todas las edades. Los niños no escaparon del impacto.
Los televisores y las radios se apagaban, las luces bajaban y subían de intensidad, los ventiladores aceleraban, disminuían de velocidad, el aire se extinguía y volvía a encender.
A la mensajería de Yo Reporto a La Nación llegaron múltiples quejas desde distintos municipios del estado Táchira por las súbitas fluctuaciones de electricidad. Los usuarios reportaron que desde las 8:00 de la noche del jueves se registraron repetidos bajones eléctricos, acompañados de breves y repentinos apagones. Algunos describieron lo acontecido con el servicio de electricidad como “una noche de terror”.
Los usuarios manifestaron descontento y preocupación ante la probabilidad de dañarse los electrodomésticos y criticaron el cobro del servicio porque consideran que pagan por algo no disfrutan satisfactoriamente. «Ellos cobran, pero quién responde por los daños a los electrodomésticos», comentaron los afectados.
De acuerdo con información confiable, el problema se presentó por una falla en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que generó las fluctuaciones. Aunque no indicaron el punto exacto de la posible avería. Se dijo que todo el Táchira estuvo afectado de alguna manera.
Un ingeniero eléctrico comentó que cuando se produce un daño o falla que afecta a todo el SEN, una de las entidades que resultan más perjudicadas puede ser el Táchira por estar en la cola del sistema.
De manera extraoficial se dijo que para estabilizar el problema se pidió aliviar carga en Táchira y otras entidades. Pasadas las 9:00 de la noche el sistema se fue recuperando.
Además del Táchira, llegaron reportes de inestabilidad en partes de los estados Barinas, Apure y Mérida.