La noticia de la muerte del empresario mexicano, Carlos Gidi Blanchett, sorprendió y entristeció a su país natal y salpicó a las clases más humildes del Táchira porque, a pesar de no conocer a Venezuela, se interesó por los más necesitados.

Por cerca de dos años, este exitoso empresario mexicano, procedente del estado de Xalapa, dibujó la sonrisa y la esperanza en cientos de niños, ancianos y enfermos del Táchira, a través de Bocaditos de Amor, un grupo de voluntarios que realizan, silenciosamente, jornadas sociales con regularidad.

El inesperado y fatal suceso que afligió y enlutó a muchos hogares mexicanos e incluso de esta entidad andina, se registró la noche del pasado miércoles 16 de junio, cuando cambió de paisaje, por razones inexplicables.

Carlos Gidi, un hombre altruista e irrepetible, tocó positivamente a muchas familias, mejoró la vida de  cientos de hogares mexicanos. En el caso específico de este punto de la geografía tachirense, regaló instantes de alegría e ilusiones.

Arlyn Sierra, una de las promotoras de Bocaditos de Amor, lamentó su partida del mundo terrenal y sostuvo que Gidi representó un reimpulso para Bocaditos de Amor.

“Llegó caído del cielo. Cuando estuvimos paralizados porque no teníamos suficientes aportes para llevar bocaditos de amor a los  niños, ancianos y demás enfermos del Hospital Central. Se ofreció por medio de nuestra amiga Bleima, a quien le preguntó sobre la situación de nuestra Venezuela.  Desde México, por su propia iniciativa y sentir, comenzó a enviar su aporte para que pudiéramos continuar con la labor”, comentó Arlyn y agregó que Gidi, desde hace casi dos años, fue un donante constante y hacia hincapié en niños y ancianos.

Los integrantes de Bocaditos de Amor afirmaron que la generosidad y buena voluntad del empresario mexicano hicieron que el voluntariado de estas personas actuara más allá del principal centro de salud de la región.  “Permitió que el alcance de Bocaditos de Amor fuera más allá del Hospital Central; también llegamos a los ancianatos, casas de abrigo, salas de rehabilitación integral populares de Cordero, algunas escuelas públicas de zonas vulnerables y  comunidades. Carlos Gidi representa para Bocaditos de Amor una figura muy importante”, aseguraron.

Bocaditos de Amor lamenta lo sucedido y desea que su familia sea reconfortada. “Esperamos que estés en la presencia de Dios.  Muchas gracias, Carlos Gidi, desde Venezuela hasta México”.

Bleima Márquez