Favio Hernández
Es desesperante la situación de los servicios públicos en el municipio Lobatera, así lo han manifestado los residentes del sector, en especial los habitantes de Borotá, que además de tener falencias en servicios de agua potable, energía eléctrica y combustible, se les suma la ausencia del gas doméstico, el cual afecta a casi 400 familias.
Llevan esperando más de tres meses por el servicio, mientras tanto acuden a métodos que colocan en riesgo a su salud y al medio ambiente como alternativa para cocinar sus alimentos.
Alberto Dávila, habitante de Borotá, manifestó su preocupación por esta grave situación, indicando que la zona vive «bajo una amenaza latente», ya que obligados por la escasez de servicios públicos deben salir a las calles, exponiéndose ante la pandemia del coronavirus, para hallar soluciones y poder cocinar.
«En una cuarentena, bajo medidas de contingencia, se debe garantizar, por lo menos, los servicios básicos», comentó.
Falta mucho para llegar a Borotá
Explicó que un grupo de personas se ha dirigido a la sede de la alcaldía de Lobatera, dirigida por Natalia Chacón, para plantear, de manera directa, esta inquietud, y que la respuesta que han recibido es que deben esperar porque «hasta ahora van por Las Minas» y que hay más sectores por delante para llegar a atender a Borotá.
Agregó que les han dicho que después de Las Minas deben abastecer a aldeas como Cazaderos, Boca de Monte, Palo Grande, La Granada y La Curiacha.
«Desde hace 15 días que dicen que están en Las Minas, es decir, llevamos más de tres meses sin gas y falta todo ese recorrido para llegar a Borotá, estamos hablando de mucho más tiempo», declaró.
Alternativa en pesos
Sostuvo Dávila que la burgomaestre ha propuesto la opción de valerse de un servicio privado, en donde el costo de la bombona oscila entre los 10 mil y 30 mil pesos colombianos.
«Muchas personas no la pueden adquirir en moneda extranjera, lo ideal es la distribución pública y no la privada», apuntó
Aseguró que se oponen al cobro del servicio en otras divisas, añadiendo que esto solo beneficia a un sector, resultando perjudicados «los más vulnerables».
Tala y enfermedades respiratorias
Golpeados por las extensas e impredecibles fallas en el suministro eléctrico se han visto en la tarea de buscar otras maneras para cocinar sus alimentos, como el fuego a leña.
«La tala se ha convertido en una opción para cocinar con leña, y hay familias afectadas con problemas respiratorios por la leña», añadió.
Por ende, hicieron un llamado a los organismos competentes para que se avoquen a solucionar este otro grave problema en Borotá. «Es inaceptable que pasen tres y cuatro meses sin abastecer dicho servicio», puntualizó.