Luego de la Misa de Jueves Santo, comenzó el ejercicio religioso de visitar los siete templos.
Monumentos que elaborados con mucha creatividad, utilizando flores, imágenes y luces que adornan con alegría al Santísimo.
La mayoría de las iglesias exponen al Santísimo por más de doce horas, cinco horas el día jueves y hasta seis horas el día vienes, tiempo en que se observa una visita constante de fieles, la mayoría de ellos acompañados de su familia.
Significa acompañar a Jesús desde el lugar donde compartió la última cena con sus 12 discípulos.
Esta práctica religiosa se realiza en toda América Latina, conmemora los siete lugares sagrados que Jesús visitó la noche anterior a su crucifixión, es un período de reflexión que finaliza con el Día de la Resurrección.
En cada estación o monumento se hace una breve meditación y se reza en acción de gracias por la institución de la sagrada eucaristía y por las intenciones del Romano Pontífice.
Se rezan seis padrenuestros con sus avemarías, también oraciones que los feligreses llevan en sus manos y acompañados por cánticos.