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Regional
Con contraloría social conductores han intentado desenredar las colas
22 de mayo de 2019
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Este martes, los usuarios del servicio de abastecimiento de combustible siguen haciéndose a la idea de que seguirán en días en las colas, mientras intentan resolver en colectivo los desórdenes que se arman.
Para tal fin, ya ha sido autorizada la contraloría social, como se reafirma en un comunicado divulgado por la Redi-Andes a través de las redes sociales, en la cual se estipula sus atribuciones y el modo de conforman los grupos de conductores que cumplirán tales funciones.
“Mejor la hacemos por aquí… no mejor la llevamos por acá” son las discusiones que en las calles arman choferes y funcionario de seguridad, para tomar una decisión que depende de muchos factores y opiniones, entre ellas las de los residentes en zonas aledañas a las estaciones de servicio, otros de los gravemente afectados por esta situación.
Guiarse por el número, hacer lista, recoger la cédula: las soluciones se plantean; pero para cada una de ellas desafortunadamente el avivato le encuentra el acomodo. También las discusiones contemplan si se va a permitir o no “hacer favores”, y aunque en principio esto se ve mal, comienzan a relucir “razones humanitarias” que más de un corazón ablanda.
No son pocos los funcionarios de seguridad que salen de la zona álgida de las estaciones de servicio para adentrarse en las realidad de las colas, colocando ellos mismos las marcas en los vidrios delanteros, intercediendo entre choferes enfrentados , u organizado la hilera de manera tal que cause el menor impacto urbano posible.
Mientras esas polémicas prosiguen –las que al tiempo son excusa para matar el aburrimiento y drenar la frustración, propios de aguardar por más de un día en la cola- , por La Concordia un sempiterno peatón pasa muy cerca y lanza una risa irónica.
“Cuando nosotros –afirmó– pasábamos día y noche en colas por los productos regulados, no había ni guardia nacionales, ni policías que se preocuparan por nosotros. Llevamos sol y lluvia; los bachaqueros metían la cantidad de gente que les provocaba, aguantábamos las vejaciones del personal de supermercados y abastos, y no había nadie que viera por nosotros. Ahora que los conductores pasan por las mismas todo el mundo se escandaliza. Esto de las colas ya lleva muchos años…”.
Este martes la situación no difería de la del lunes. Más citas suspendidas, más puestos de trabajo abandonados, más actividades académicas suspendidas, más horarios reprogramados, y más oraciones rogando que las emergencias no aparezcan en el camino, son las consecuencias evidentes de esta crisis de combustible. Menos automóviles en movimiento y más estacionados –a veces no tan fácil saber si están en cola o no- se toman las calles. Entre tanto desorden pareciera también que las mínimas normas viales ya no se respetan, y es así como abundan los automóviles en contravía, estacionados de los modos más insólitos o sencillamente cerrando caprichosamente el paso.
En las estaciones abastecidas de combustible el despacho se realizaba con normalidad, solo proporcionando a cada vehículo hasta 40 litros, restricción que se hizo oficial desde la tarde del lunes.
Aunque ya se están reportando dificultades en el despacho de gasoil, el transporte público sigue en su normal “inoperatividad”; pero los usuarios del servició están preocupados por los rumores de paro que rondan por la calle, porque eso implicaría adormecer aún más la ciudad. El transporte a la frontera tampoco ha experimentado limitaciones; pero las busetas en servicio se han reducido a la mitad, y temen que sus viajes sean obstaculizados por más protestas callejeras.
Contraloría pero en orden
Esta actitud de que el pueblo “mande” en la organización de las colas, la avaló en un comunicado el Redi Táchira: “Los ciudadanos, –reza el comunicado– que correctamente y con justeza esperan su turno, para abastecer su vehículo de combustible, son los propios garantes de su derecho y participantes activos contra los abusos de las mafias del combustible”.
A reglón seguido, se enumeran los artículos de la Constitucional (51, 62,68, 132) que dan aval a ese tipo de acciones ciudadanas.
En el mismo documento que fue difundido por las redes sociales, se destaca el papel que la Fuerza Armada Bolivariana en general, ha venido cumpliendo en la emergencia.
“El comando de la REDI «Los Andes», durante seis días continuos ha hecho un trabajo de campo para observar y determinar la realidad del problema que aqueja a los tachirenses en el tema del surtimiento del combustible. Se recogieron todo tipo de impresiones, de observaciones, denuncias, quejas y recomendaciones del Pueblo para construir un grupo de normas sugeridas por el mismo Pueblo como pacto para volver a la normalidad entre los actores de nuestra sociedad en este tema”.
De otro lado se conmina a quienes sean testigos de una irregularidad a que denuncien a través de mensajería de texto por el 04242687232. Destacan como abusos apartar puestos para venderlos a otros usuarios con mecates, piedras o cualquier otro objeto, colearse, guardar el puesto a un tercero.
La Redi Táchira indica que para ejercer la contraloría social debe haber previamente una asamblea entre “los que están en la cola”para designar a un grupo de aproximado 10 personas.
Este comité, debe reunirse en la E/S, antes de abrir operaciones diarias, con el encargado, administrador o propietario de la estación, así como con el funcionario o funcionaria más antiguo de la misma, para exigir con tabulador, la inspección y comprobación de litros de combustible disponibles en los tanques subterráneos.
Ese grupo de contralor está autorizado a marcar los automóviles, velar por el orden público, considerar atenciones excepcionales para personas de la tercera, revisar los tanques subterráneos.
En el documento se estipula la obligatoriedad de conceder de no más de 20 a 30 turnos en las estaciones de servicio para ambulancias, patrullas, vehículos de Corpoelec y Protección Civil, y vehículos blindados de transporte de valores.
También se recomienda que “aquellos usuarios de la cola que quedaron entre los 10 últimos números de los marcados por la resultante de la división entre la cantidad de combustible disponible en los tanques subterráneos y 40 litros de combustible por vehículo, sean los nombrados por todos los contralores sociales, representantes de esa cola y de ese día”.
Freddy Durán
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