En el marco de la celebración del día central de la Virgen de la Consolación, miles de feligreses asistieron a la Basílica de Táriba desde tempranas horas del jueves 15 de agosto, para ser partícipes de las actividades con motivo de los 424 años de la patrona tachirense.
Los espacios del templo en donde reposa la imagen de la Virgen acogieron a la multitud de devotos y peregrinos provenientes de los distintos rincones del estado Táchira, quienes acudieron hasta allí para rendir homenaje a la madre de Dios y cumplir con una de las tradiciones más importantes de esta entidad andina.
A lo largo de toda la mañana y como parte de la programación establecida, se llevaron a cabo cada hora eucaristías presididas por sacerdotes de diversas localidades del estado, en donde, por medio de la oración, fueron encomendadas a Dios y a la Virgen las peticiones del pueblo tachirense.
Marly Escalante, devota de la Virgen de la Consolación y quien peregrinó desde San Rafael de Cordero, indicó que entre los principales deseos encargados a la patrona del Táchira se encuentra la reconciliación del país, al tiempo que pidió por la salud y unión de toda su familia.
Como muestra de amor y agradecimiento ante los favores concedidos, los devotos de la Virgen la honraron con obsequios florares que depositaban en el altar de la Basílica, y demás ofrendas como estampas, cruces e imágenes. Del mismo modo, cientos de peregrinos acudieron al hogar de la patrona tachirense, con fe y gratitud para el cumplimiento de promesas.
“Vine aquí a cumplir la promesa que ofrecí a la Santísima Virgen de la Consolación de Táriba. Vengo caminando desde la urbanización Villa Palermo de Santa Teresa con mi bastón, y entré de rodillas a la Basílica hasta el altar en donde se encuentra la imagen. Le pido a la Virgen por el bien de Venezuela y de todos aquellos que estamos sufriendo por alguna enfermedad”, fueron las palabras del reconocido ciclista Nicolás Reidtler.
Comenzada la tarde, la Basílica recibió a otra gran parte de la población devota, quienes desde la carrera 1 de Táriba, lugar en donde se efectuó la misa pontifical, acompañaron a la imagen de la Virgen en procesión hasta el templo que la resguarda durante todo el año, para continuar así con las festividades que engloban a la Feria de la Consolación. (Mirley Moreno/Pasante ULA)