Regional

Con precios regulados activaron las rutas largas en el Terminal

2 de diciembre de 2020

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Por ahora, el pasaje para Caracas quedó en 54 mil pesos, unos 16 millones 875 mil bolívares; con destino a Valencia, Maracay, Charallave y Maracaibo, se deben pagar 43 mil pesos o unos 13 millones 437 mil bolívares; hacia Los Teques cuesta 53 mil pesos o 16 millones 562 mil bolívares, y hasta Puerto La Cruz el costo es de 90 mil pesos o 28 millones 125 mil bolívares.

Por Freddy Omar Durán

Aceptando las regulaciones de precios impuestas por el Gobierno nacional, en la mañana de este martes se inició la venta de boletos a destinos nacionales en las rutas de transporte interurbano.

Hubo presencia de viajeros, con destinos a otras partes del país, en el Terminal de Pasajeros de La Concordia. (Foto/Freddy Omar Durán)

Fue una gran actividad de pasajeros que formaban colas en las taquillas de muchas empresas, muchos de los cuales desde el inicio de la cuarentena no habían podido desplazarse, desde hace casi nueve meses, a otras ciudades del país.

Se conoció que este inicio de actividades de los expresos nacionales no representa la aceptación absoluta de las condiciones oficiales, y se sigue en negociaciones con el Ministerio del Transporte. De hecho, para este martes, en horas de la mañana, no todas las taquillas habían abierto.

Por ahora, el pasaje a Caracas quedó en 54 mil pesos; a Valencia, Maracay, Charallave, y Maracaibo, se deben pagar 43 mil pesos; para Los Teques cuesta 53 mil pesos, y a Puerto La Cruz el costo es de 90 mil pesos.

Patricia de Chacón, directora del Terminal de Pasajeros de La Concordia, informó que los directivos de las diferentes empresas hicieron un pool, de manera tal que se garantice cubrir toda la demanda, con todas sus unidades disponibles, las cuales, por medidas biosanitarias, solo pueden ser ocupadas en un 50 % de su capacidad.

“Había un temor de que no hubiese tanta afluencia; pero se está viendo que es todo lo contrario. Unidades hay suficientes, y a medida que se vaya llenando un bus, llegará el otro, que puede pertenecer a cualquiera de las empresas del pool, en el cual solo Simsa, como ente estatal, no se ha involucrado y ofrece un pasaje solidario, a 12 dólares”, expresó.

Recalcó Chacón que el principal puerto terrestre del estado está preparado para cualquier contingencia, inclusive la llegada masiva de viajeros provenientes de Colombia.

—Cuando llegue la unidad a estas instalaciones –subraya Chacón- será desinfectada, para posteriormente permitir el ingreso de los pasajeros, que también serán desinfectados. Así se cumple con los protocolos de la OMS, también aplicados para el ingreso y salida del Terminal, los comercios que adentro operan y todo aquel que se movilice en las instalaciones. Esta situación no ha sido fácil, pero ahí estamos dispuestos a que se siga prestando el servicio de transporte.

9 meses sin ir a casa

Desde las tres de la madrugada muchos pasajeros esperaron impacientes, en las afueras del Terminal de Pasajeros, para la adquisición del boleto que les representaría el regreso a casa, luego de verse obligados a pasar la pandemia en el Táchira.

Ese fue el caso de Roberto González, quien regresaba a Valencia para activar su negocio de calzado al mayor, paralizado por la cuarentena.

—Espero –afirmó González—que la flexibilización me permita recuperar todo este tiempo perdido y me pueda dedicar mejor a mis negocios.

Alejandro Cárdenas tiene una razón más personal, poder traerse a su hijo para pasar la Navidad con él.

—Hay un riesgo preocupante de contagiarte de coronavirus, pero realmente extraño a mi hijo. De venida espero poder agarrar un carro particular, y así no tener que venirme en autobús— narró.

Hablan los viajeros

Roxana Valdez, de Maracay, estado Aragua, ha ido y venido durante las semanas flexibles, para lo cual ha tenido que pedir colas y pagar exageradamente por pequeños tramos. Es madre de familia, y uno de sus hijos padece una discapacidad.

— He tenido que caminar mucho. Tengo los pies hinchados de tanto hacerlo. Y con mucho miedo he viajado sola, bajo el sol, la lluvia y sin comida, por tres días, es tremendo. Hago ese sacrificio porque, definitivamente, aquí las cosas son mucho más baratas que allá. Tengo dos hijos, uno de ellos discapacitado, y de alguna u otra manera tengo que buscar cómo solucionar.

María Montilva ha intentado tres veces, durante estos nueve meses de cuarentena, pasar por la alcabala de Vega de Aza, para ir a Maracay. El lunes le estaban pidiendo 30 dólares por el pasaje, y el martes recibió la buena noticia que solo cancelaría 12 dólares, y los podría cancelar en su equivalente en bolívares, con su tarjeta de débito.

—El proceso está muy bien. Están despachando a todos, y me parece muy loable lo que hicieron. Yo vine a primera hora, tuve que vender algo para conseguir los 30 dólares, pero afortunadamente me salió este martes mejor. Yo tengo una lavandería, que apenas el lunes comenzó a laborar, y por ahora una empleada está a cargo de ella. Me sentía más segura pasando la pandemia acá, pero me imagino que en Maracay estarán ya las cosas bajo control— declaró.

Otra de las consultadas, Aidé Rincón, una venerable señora, vino al Táchira con el propósito de llevarse a su hermana para chequeos médicos, pero no solo hasta ahora es que va a cumplir ese cometido, sino que termina una larga estadía de nueve meses.

—Han sido nueve meses de comer y dormir (risas), y ver televisión, y es fuerte; pero todo sea porque hay que cuidarse. Dar gracias a Dios porque estamos vivos todavía y podremos reencontrarnos con toda la familia, y hablar de lo que ha sido esta experiencia, que nunca me imaginé— precisó.