Nancy Porras

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Los continuos cortes de electricidad y la falta de agua afecta la cotidianidad de  todos los habitantes del municipio Guásimos, que luchan por pasar  la cuarentena cumpliendo con las disposiciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecho que se convierte en un martirio cuando se quedan sin electricidad y sin agua.

Contó el señor José Martínez, que la electricidad se fue este sábado a las tres de la mañana, llegó a las siete y veinte de la mañana. Se emocionó pensando que duraría algunas horas, pero de repente hubo otro corte a las nueve, es decir, duró apenas una hora y se contó de nuevo con el servicio a las tres y veinte de la tarde.

“Si uno analiza, como tal, no fueron  seis horas sin electricidad sino más de siete, porque esa hora que la dejaron fue solo un amague”, dijo.

El señor José es emprendedor. Siempre ha pensado que de sufrir en otro país prefiere hacerlo en el suyo, pero está cansado. Este sábado  se levantó temprano para hacer dulces, pero se quedó varado al no contar con electricidad.

“Esto no es justo. Estamos cansados porque no es la primera vez que pasa, y a esto debe sumarse que la también la escasez de agua ha mermado la producción, provoca salir corriendo”, expresó.

Precisó que hace unos días atrás debían disfrutar de las 48 horas con el vital líquido, de repente, cortaron el servicio por supuestamente una avería en la autopista. El agua llegó a media noche y la quietaron en la tarde, o sea, se pudo tener agua solo 12  horas.

“Uno se planifica, llega la luz, pero va a lavar la ropa de la casa y no hay agua, o llega el agua y no hay luz, entonces algunos quehaceres de la casa siguen atrasados y eso desespera” refirió la señora Esperanza Suárez, que debe lidiar con su madre que no puede valerse por ella misma.

“Sabe, me preocupa que ahora los pocos aparatos eléctricos se van a dañar. Ya la nevera tiene un ruido raro cuando va arrancar y eso me preocupa, porque sale mandarla a arreglar y eso sale muy caro pues cobran en pesos y no tengo, y ni pensar en comprar una nueva. Esta semana vi por Internet los precios de las neveras nuevas,   la más barata, dicen que en oferta,  cuesta más de 400 dólares. Esto quiere decir que ni en sueños voy a tener una nevera y menos sin estrenar”, comentario que hacia mientras su hijo  mayor, en voz alta, preguntaba ¿mamá usted cree que esta noche vuelva a irse la electricidad?