Regional

Consternación por asesinato de una venezolana en Chile

21 de junio de 2025

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Calificado como un «crimen de odio», el asesinato de la venezolana Yaidy Garnica en Chile ha traído consigo una serie de reacciones contra la xenofobia en ese país. En este caso, una madre venezolana murió en manos de su vecino chileno, cuando reclamaba con insultos xenófobos que bajara el volumen de la música

Jhoana Suárez

El asesinato de la venezolana Yaidy Garnica Carvajalino, de 43 años de edad, la noche del pasado domingo 15 de junio en el sector Cerro Navia de Chile, ha sido calificado por políticos, abogados, misioneros y psicoterapeutas chilenos como un «crimen de odio», causando consternación en la comunidad venezolana dentro y fuera de ese país.

Voceros chilenos continúan cuestionando la saña con que actuó el autor principal del homicidio, un chileno vecino de la venezolana, quien ingresó a su vivienda y con una escopeta le disparó a quemarropa, y culpan de lo ocurrido a la «campaña de odio» emprendida por medios de comunicación y políticos de esa nación.

El hecho, que ha consternado a la comunidad venezolana, se registró en horas de la noche del pasado domingo 15 de junio, cuando la víctima celebraba, junto a sus hijas y demás familiares, el Día del Padre. Los vecinos chilenos habrían iniciado el reclamo por el alto volumen de la música.

Según narraron las hijas de la víctima al portal Crónicas de Chile, bajaron el volumen casi por completo, pero un grupo de chilenos se quedó profiriendo insultos xenófobos y amenazas. Esto provocó que la discusión escalara hasta que los vecinos ingresaron a la vivienda de Yaidy, y con golpes arremetieron contra ella y su familia.

Una de las mujeres habría tomado a Yaidy por el cabello mientras el esposo le gritaba: «Venezolanos culiaos, ya van a ver lo que es un hombre fuerte», a la vez que salía de la vivienda y regresaba con una escopeta, disparándole en el cuello. Mientras esto ocurría, los otros vecinos pateaban el cuerpo de Yaidy en el suelo, quien aún estaba con vida.

Hay testigos, que citan en algunos medios chilenos, que aseguran que estos mismos vecinos desinflaron los cauchos de la camioneta, lo que demoró el traslado al hospital de Yaidy, quien murió minutos después de ingresar a la emergencia producto de la gravedad de la herida presentada.

«Crimen de odio»

Tras cometer el crimen, el agresor, identificado como Miguel Sergio Cordero Toledo, chileno, acudió de manera voluntaria a la subcomisaría de Talagante, portando el arma usada en el hecho. El caso quedó formalizado en el 5° Juzgado de Garantía de Santiago, donde una jueza decretó la medida cautelar de prisión preventiva contra el acusado.

Medios chilenos reseñaron que Yaidy registraba antecedentes por el delito de amenazas, pero nada vigente. Sus hijas rechazaron esta versión y aseguraron, según el portal Crónicas de Chile, que su madre contaba con residencia definitiva recién otorgada, lo que sería incompatible con los antecedentes penales.

Desde el mismo momento del asesinato de Yaidy Garnica, las reacciones no se han hecho esperar, la comunidad venezolana y algunos sectores de Chile han calificado el hecho como «crimen de odio». El abogado chileno venezolano Braulio Jatar reaccionó contra el crimen, y a través de una declaración pública, calificó el hecho como una tragedia alimentada por discursos de odio: «Un crimen de odio sin sentido, alimentado por quienes promueven la violencia como forma de resolver sus diferencias».

El abogado responsabilizó a actores políticos, medios y ciudadanos, que, a su juicio, han contribuido a una atmósfera de hostilidad: «Como chileno, venezolano, mi corazón se encoge de dolor. Unos van al cementerio y otros van a la cárcel».

Abogados de la familia de Yaidy Gandica se encuentran actualmente solicitando el acceso a grabaciones vecinales que otorguen detalles inéditos sobre el crimen. Los juristas no sólo estarían a cargo del homicidio de Yaidy Garnica sino también en representación de las víctimas directas, que son sus hijas.

La firma de abogados también ha levantado su preocupación por la integridad física de los miembros de la familia, pues son el único grupo familiar venezolano en esa vecindad y eso ha traído como consecuencia peleas y amenazas. Insistieron en que su objetivo será alcanzar la verdad y velar por la integridad de la familia.

El crimen está siendo investigado por la Fiscalía chilena como un homicidio con agravante de odio.