En el Terminal de Pasajeros “Genaro Méndez” de La Concordia, municipio San Cristóbal, entre la entrada de la Octava Avenida y el centro comercial Doña Matilde, están construyendo varios locales para un grupo de vendedores que fueron reubicados porque la zona donde se encontraban –la parte posterior- era un punto comercial “muerto” y “fuente” de muchos problemas sociales, principalmente de delincuencia.

Así lo dio a conocer uno de los beneficiarios, que rechazó –dijo- señalamientos según los cuales el ayuntamiento está vendiendo esos puestos, pues afirmó que tampoco dieron “ni medio durante la gestión de William Méndez”, a quien agradeció les entregara el módulo de ladrillo, teja y columnas de metal, que no utilizaron porque se encontraban en un área del terminal nada frecuentada, por lo cual esos negocios (locales) quedaron abandonados.

Señaló que esa área en abandono se convirtió en una zona roja “en la que hay demasiado indigente, donde ha habido violaciones, robos, atracos, en fin, se ha prestado para la realización de hechos delictivos”.

Indicó que han hecho mesas de trabajo con las autoridades de la Alcaldía y los concejales, exponiendo la situación y la necesidad de ocupar un local de manera más formal, con el fin de desempeñar su labor en mejor condiciones de manera ambulante, como algunos han tenido que hacer por la situación señalada.

De allí que señalaron, la administración municipal autorizó la reubicación del grupo que fue ubicado hace más de ocho años en la parte posterior del terminal, y a principios de esta semana, cada beneficiario comenzó a construir su local, con su peculio, aunque no precisó para cuándo estarían listos, si antes o después de las elecciones, pues al parecer, la idea era que los diferentes negocios estén abiertos es mes.

Informó que son once beneficiados correspondientes a igual número locales que fueron construidos en la parte posterior del terminal.

En cuanto a la tumba de árboles que fue denunciada, afirmó que “no se ha cortado ningún árbol, fue lo primero que nos dijeron, el talud si se tumbó pero los árboles no, y tampoco ningún terreno se ha pagado, no ha sido comprado, ni le hemos dado colaboración a la alcaldesa, hubo mesas de trabajo con los concejales para la reubicación, porque quedaron los locales muertos y se prestaban para muchos problemas, jamás en la vida hubiera tenido dinero para conseguir un local de estos” –apuntó-.