Regional

Consumo de carne está dañando la salud y el medio ambiente

16 de julio de 2021

1.092 vistas

El ministro de Consumo de España, Alberto Garzón, generó una polémica mediática en su país, luego de que, a través de sus redes, y con el hashtag #MenosCarneMasVida, pide a los españoles que disminuyan el consumo de carne y que conciencien sus efectos negativos en la salud, y, especialmente, en el medio ambiente, porque la producción intensiva de la misma genera una gran cantidad de gases que favorecen el cambio climático.

Garzón decía que la ganadería, en particular las macrogranjas, producen 14,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Dijo que para que producir la carne de vaca se requieren miles de litros de agua. Por tanto, explicó, “hay que reducir el consumo de carne. Eso no significa, aclaró, que no se consuma carne, sino consumirla según las recomendaciones sanitarias”

Sus palabras provocaron polémica con otros ministros del gabinete, y con representantes de la industria ganadera, como era de esperarse.

Pero, ¿es cierto que no debemos consumir “mucha” carne? ¿Cuánta es mucha? ¿La carne es mala para la salud? ¿La producción de carne afecta el medio ambiente?

¿Por qué la carne afecta el planeta?

En términos generales, puede decirse que la industria cárnica es uno de los factores que más contribuyen al cambio climático. Las heces de vacas, cerdos y corderos generan más contaminación que los automóviles, según datos de un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), del año 2009.

El documento indica que la producción ganadera “es responsable de 18 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, que, medido en equivalentes de CO2 (dióxido de carbono), representa un porcentaje mayor que el emitido por todos los medios de transporte juntos.

Las emisiones de todo el sector productivo (agricultura, silvicultura y otras actividades vinculadas a los usos del suelo) aportan ya 23 % del total de emisiones de gases de efecto invernadero, que asciende a 37 %, si se consideran también las emisiones en conjunto del sistema productivo de alimentos (procesamiento, transporte, residuos, etc.).

Informes del World Watch Institute, basados en estadísticas de la FAO, dicen que la ganadería emplea más de 30 % de la superficie de la tierra, en su mayor medida para pastizales, y 70 % es terrenos agrícolas.

Para producir un kilo de carne de vaca, explica, se necesitan más de 15 mil litros de agua; unos 8 mil litros para un kilo de cerdo, y un kilo de pollo requiere más de 4 mil. En total, 20 % del agua consumida en el planeta se emplea en la producción de alimento (pienso) para el ganado.

El informe “Suelos y Cambio Climático”, aprobado en Ginebra por el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, de la ONU, en agosto de 2019, señala que es imposible mantener niveles de temperatura global seguros, “si no hay también una transformación del modelo de producción de alimentos y de la gestión de suelos y tierras del planeta”.

¿Cuánta carne comer?

La OMS se adelantó a esta polémica, pues un informe de la organización elaborado en 2015, basado en más de 800 estudios diferentes sobre los efectos de la carne en la salud, seleccionados por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), señala que las carnes procesadas son causantes de cáncer y las carnes rojas, son “probables causantes”.

Además, decenas de estudios científicos adicionales asocian las grasas saturadas dominantes en los productos cárnicos, con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La OMS ha alertado del riesgo del consumo excesivo de carne roja, lo que “puede traducirse en infartos, diabetes y otras enfermedades”. Una dieta rica en grasas, sodio y azúcares está provocando más muertes que el consumo de alcohol, tabaco y drogas.

De acuerdo con estudios específicos, el consumo de carne no es imprescindible para la salud.

Basada en ello, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) aconseja un consumo moderado de carne, de 2 a 4 veces por semana, en raciones de 100 a 125 gramos, lo que significa un consumo semanal de entre 200 y 500 gramos, lo que, al año, suma de 9 a 20 kg. Los españoles consumen 50 kilos por año.

Según una investigación hecha por expertos de la Universidad Tecnológica de Chalmers, (Suecia), es necesario reducir el consumo de carne de vaca y de cordero en 50 % o más, para hacer frente a las demandas del Acuerdo de París. Y otro estudio de la Universidad de Cambridge, aparecido en la revista Nature Climate Change, concluye, que como máximo, se debería consumir 170 g de carne roja y 5 huevos a la semana, para lograr el propósito de la disminución de gases, para el año 2050.

Otra investigación de la Oxford Martin School, mediante modelos informáticos de simulación, indica que si todo el planeta llevase una dieta vegetariana se reduciría en 63 % las emisiones relacionadas con la producción de alimentos, y en 70 %, si todos los humanos tuviesen una dieta vegana.

Finalmente, la OMS también apoya la reducción de la ingesta de carne por cuestiones de salud, y recomienda consumir como máximo 500 g (medio kilo) de carne roja a la semana, y no comer carne procesada (embutidos y otros), ya que aumenta el riesgo de padecer cáncer.

¿Qué se está haciendo en el mundo?

Según la FAO, entre 2010 y 2020 el consumo mundial de carne aumentó más de 28 %; el de leche más de 24 % y el de huevos, más de 30 %, cifras que alarman a los estudiosos del tema, porque reflejan la indiferencia política y el desconocimiento social, respecto al daño del consumo de carne y sus subproductos.

En el interés de atender este problema que, según, afecta seriamente el futuro de la humanidad, Estados Unidos, México, Alemania y Canadá, entre otros países que trabajan en la adopción de medidas, han publicado sus estrategias para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París, de cara a su concreción para el año 2050.

Sin embargo, cada país se ha planteado objetivos diferentes en sus estrategias. Por ejemplo, Estados Unidos y Canadá pretenden reducir al menos en 80 % sus emisiones de gases de efecto invernadero, comparadas con las de 2005. México aspira 50 % menos, respecto a las del año 2000. Alemania trabaja para conseguir emisión cero.

Venezuela y la carne

Solo como dato de interés, podemos asegurar que nuestro país, gracias a las “políticas oficiales”, a la hiperinflación y a la situación socioeconómica que vive la población, no es una amenaza para el medio ambiente planetario, al menos en lo que al consumo de carne se refiere.

Venezuela era uno de los países que más carne consumían en el continente. Registró el pico en consumo per cápita, en 2012, cuando promedió 65 kilos de carne por persona al año.

Ya en 2015, según datos de la Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), había disminuido el consumo a 14 kilos, cifra que bajó a la mitad (7 kilos) en 2016, tendencia que se mantuvo en cada uno de los años siguientes. Y en 2020, Venezuela pasó a ocupar el último puesto en la medición de consumo, pues según los datos publicados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el venezolano consumió, en promedio, ¡3 kilos de carne al año!

Ahora, Venezuela es el país que menos carne consume en Sudamérica, y que muchos otros países con menos desarrollo.

Humberto Contreras

¡Quieres recibir el periódico en la puerta de tu negocio!

1 Mes

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 5% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post 1 historia

Mensual
54.000 Cop

Pago único

Suscribirse

3 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 10% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
51.300 Cop

Pago único

Suscribirse

6 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 20% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    2 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
48.600 Cop

Pago único

Suscribirse