Total normalidad se observó este martes y miércoles en el paso humanitario para estudiantes y personas enfermas o por motivos de salud por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, en San Antonio del Táchira y Ureña, respectivamente, mientras miles de personas se desplazaban por todas trochas que comunican por los caminos verdes a ambas zonas del Táchira con el departamento Norte de Santander.
“El paso para las demás personas sigue cerrado”, dijo un efectivo militar sin entrar en detalles a una señora que esperaba en la larga cola que se forma a primeras horas de la mañana donde los uniformados revisan los documentos y soportes médicos. Los estudiantes pasan sin mayores controles.
Mientras los uniformados cumplen con estas exigencias, por las trochas o caminos verdes, a la vista de todos, sigue el desplazamiento masivo de personas que van y vienen entre ambos países en busca de alimentos, medicinas o vender lo que consideren prudente. Un grupo menor de ciudadanos se va del país.
Al salir de territorio venezolano se debe pagar una colaboración o el llamado peaje, cobrado por un grupo de hombres civiles. Este monto varía entre mil y cinco mil pesos. La mayoría paga solo dos mil. Todos son testigos de lo que allí sucede, nada se hace a escondidas.
Mientras del lado colombiano hay presencia militar, al otro extremo la seguridad está en manos de civiles. Los uniformados, no se ven por ningún lado.