Contra viento y marea, la 57 edición de la Vuelta Ciclista a Venezuela está en pleno desarrollo, con apenas 5 etapas de las ocho que estaban pautadas para celebrarse en primera instancia entre el 1 y 8 de noviembre.
Por Homero Duarte Corona
LA 57 EDICIÓN de la Vuelta Ciclista a Venezuela 2020 se ha convertido en una de las más controversiales en la historia del magno evento del pedal en el país, dada la serie de situaciones que se presentaron antes de bajarse la banderola ajedrezada en señal de inicio de la competencia. LA PANDEMIA del coronavirus en todo el mundo, que obligó a una cuarentena obligada a lo largo y ancho del globo terráqueo, trajo consigo que en la patria de Bolívar comenzara a partir del 16 de marzo y que aún se mantiene a través del sistema 7+7 implementado por el gobierno nacional, que en los hechos significa una semana de restricción y otra de flexibilización. EN PRINCIPIO el inicio del Giro Nacional estaba pautado para cumplirse en el mes de julio, que luego fue pospuesto para celebrarse del 1 al 8 de noviembre; más adelante del 17 al 22 del mismo mes, con apenas seis etapas y finalmente merced de los tantos inconvenientes se recortó a cinco, para partir de manera definitiva el miércoles 18. CUANDO SE devuelven las hojas del calendario y en lo particular, cuando por primera vez nos unimos a la caravana multicolor, allá por 1971, con un recorrido de 15 etapas, varias de ellas de alta montaña, como el ascenso al Pico el Águila, estado Mérida a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, nos viene a la memoria los duelos del hijo de Cagua, estado Aragua, Nicolás Reidtler, para muchos y con el respeto que se merecen ruteros de la talla de José Rujano y Leonardo Sierra entre otros, uno de los más grandes escaladores que ha tenido el país en toda la historia. BASTA HABLAR con el “Morocho” Nicolás como lo bautizó la radio colombiana por el color de su piel, para saber de todo lo que significó su carrera, en qué consistían sus entrenamientos previo a una Vuelta y otros secretos de un ciclista de ruta, que en entregas especiales vamos a escribir a través de Diario la Nación, en la web y en el impreso. MUCHOS DIRÁN, eran otras épocas, pero cuando el exciclista empieza a relatar todas sus vivencias, simplemente hay que “hacerle la venia”, sin duda un rutero fuera de serie, como pocos, no sólo por su coraje y ganas arriba de la bicicleta, sino por su honradez, profesionalismo y amor por el deporte, que ojalá algunos siguieran su ejemplo. VOLVIENDO AL presente, el cumplimiento de la 57 edición del giro criollo, el más desapercibido aficionado solo atinaría a decir que, “no existe comparación de lo que significó la Vuelta de entonces, hace casi medio siglo a lo que se está viviendo ahora”. LAS COMPARACIONES son necias, sin duda, no obstante, es bueno que las generaciones de ahora conozcan de lo que tuvieron que vivir sus colegas del pasado, las carreteras por donde se transitan, las bicicletas con las que se corría y tantas otras vicisitudes que debían soportar. UNA CARRERA de cinco etapas, no se le puede llamar Vuelta Ciclista a Venezuela, menos cuando apenas se va a transitar por tres estados, muy fugazmente: Carabobo, Cojedes y Yaracuy. PERO EN descargo de los dirigentes, y haciendo alusión a un viejo adagio, de “algo es algo” o peor es nada, conociendo la situación país, que a la crisis económica se sumó el covid-19, trayendo consigo que los grandes eventos deportivos a nivel nacional e internacional, algunos suspendidos y otros recortados, la celebración del Giro Nacional quedó en una competencia que se debió a recurrir a la presencia de ciclistas Master A para poder completar un número superior al centenar, que sin lugar a dudas le resta brillantez y calidad a un evento de esta naturaleza que está diseñado para corredores jóvenes, de primera categoría. UN COLEGA nuestro nos preguntó: ¿Qué opinarían los ciclistas master si en la Vuelta que ellos organizan, aceptaran la presencia de corredores activos de primer nivel…? NO SE puede ahondar sobre el tema porque sería ingresar en el terreno de la polémica, herir susceptibilidades y no es el tema a discutir, que cada quien se forme su criterio si era necesario hacer la edición de la Vuelta Venezuela 2020 en esta condiciones o si por el contrario hubiese sido mejor suspenderla.
****************************************** EN LO COMPETITIVO, los hechos, lo que está sucediendo ahora, de nuevo el yaracuyano Orluis Aular en plan de coronarse por segundo año consecutivo y tratar de batir su propio récord, cuando en el 2019 además de ganar la carrera, se impuso en cinco etapas en forma consecutiva: la 2da entre San Francisco del Yare y Valencia, 165 kilómetros; la 3era, Valencia-Acarigua 177,5 kilómetros; la 4ta, Guanare-Barquisimeto 166 kilómetros; la 5ta, una contrarreloj de 28,4 kilómetros en Barquisimeto y la 6ta entre Quíbor y Barquisimeto, un recorrido de 135,2 kilómetros. HABRÍA QUE buscar en los registros, la historia de la Vuelta Ciclista a Venezuela, si es la primera vez que un corredor logra esta hazaña, loable desde todo punto de vista, sin importar la topografía de las etapas. AL FINAL de las ocho etapas, el hijo de Nirgua logró su primer título, flamante campeón del Giro Nacional. DE EUROPA, territorio español, donde está haciendo carrera profesional Orluis Aular, equipo Caja Rural, dio un salto, atravesó el gran charco para venir no solo a defender el título sino reeditarlo, ir tras la segunda corona en fila y como si fuera poco tratar de ganar de nuevo las cinco etapas al hilo. NO ES cuento lo del nacido en Nirgua, ya ganó las dos primeras etapas de la edición 2020, la primera un circuito en Valencia y la segunda, un nuevo circuito en San Carlos, estado Cojedes. VOLVERÁ A subir a lo más alto del podio el joven corredor venido al mundo en la tierra de María Lionza…? TIENE CALIDAD y capacidad para hacerlo, y en esta ocasión, vistiendo la casaca de la selección nacional, con un gran aliado en su divisa, el experimentado José Rujano, seguramente que logrará el objetivo, sino ganar las cinco etapas programadas, si para coronarse de nuevo campeón. PARA BIEN de Aular, sería bueno que volviera a ganar, el “giro criollo”, en una edición atípica, que no debiera haberse hecho, pero será la historia la encargada de dar el veredicto si era necesario hacer la carrera o no.
*************************************************************** PERO ASÍ COMO es loable lo que está haciendo Orluis Aular, también es bueno resaltar que a pesar de los pesares, el hijo de Pregonero, Luis Mora pudo ser de la partida de la Vuelta a Venezuela, pese a los mil obstáculos que le puso el presidente de la Federación Venezolana de Ciclismo, Eliécer Rojas, para hacerle entrega de la licencia aduciendo que había problemas con la clave de la Unión Ciclista Internacional (UCI). A ÚLTIMA hora, el ciclista fue aceptado para correr, vistiendo los colores del equipo Atlético Venezuela, pero sin contar aún con la licencia. LA GRAN pregunta, le entregará el bendito documento el señor Rojas a Mora…? QUE SERÁ de su futuro sin poder contar con este documento, condición sin equa non para correr en cualquier lugar del mundo..? OJALÁ Y haya ponderación, que el Creador haga su santa voluntad, que sea él quien imparta justicia y de una vez por todas el joven corredor, que aún le queda mucho vida por delante para seguir haciendo carrera profesional, en Venezuela y el mundo.