Los pasteles y las empanadas, alimentos que están dentro de la lista de los preferidos por los tachirenses, sobre todo para desayunar, subieron también de precio, lo que obliga a dejarlos de consumir con la misma frecuencia.
“Ahora no puedo comerme un pastelito, que tanto me gustan por la mañana, y que relativamente eran baratos. Ahora me hago el loco y sigo derecho ante el negocio que frecuentaba, porque están muy caros y con ese sueldo que no alcanza para nada; y las empanadas, que también me gustan, especialmente las de carne mechada, también subieron de precio. Hay partes donde las venden hasta en cinco mil bolívares”, dijo César Mora, quien trabaja en el centro de la ciudad, vendiendo dulces.
“Los pasteles de arroz con carne están a 3.500 bolívares, pero los muchachos que los venden prefieren que se los paguen en mil pesos. Pero yo, ni una cosa ni la otra, porque el dinero no me rinde. Ya ni esos gustos de comerse un pastelito en la calle se pueda dar uno, porque solo es el pastel o la empanada, y con agua de panela o refresco sale mucho más caro; por eso, a veces prefiero no preguntar”, contó Ivonne Delgado, trabajadora del Hospital Central.
La misma historia se repite en los mercados municipales, donde venden este tipo de alimentos. Los precios de los pasteles y empanadas subieron, de allí que las ventas no son las mismas.
Un pastel o empanada, de carne o queso, está en 5 mil bolívares; igual los de pollo, queso o jamón, y si se acompaña con una bebida son 4 o 5 mil bolívares más.
“Todos los pasteles están a 5 mil, no solo los de harina de trigo, también los de yuca, e igual la papa rellena”, dijo un señor en voz alta. “Ya no se puede comer”.
“Antes me comía dos pasteles, ahora solo uno, porque están caros, y eso que es lo más barato que se puede comprar para el desayuno o para cenar, y ahora me lo como ‘seco’, porque si tomo algo se multiplica el pago”, dijo Iván Sierra, quien comía en uno de los mercados de San Cristóbal.
Costosas las merengadas
“Díganme las merengadas, de fresa, melón, guanábana, lechosa, cambur, mango, mora, níspero, todas están a 10 mil bolívares, y si es Toddy, lo venden a 12 mil, y el Cerelac también a 13 mil. Lo más barato es el jugo de avena o masato, que está a 5 mil bolívares”, explicó Carlos, un vendedor de estas bebidas.
Otro alimento muy conocido y exigido por la gente en los mercados, como es el caso de las “bombas”, también subió de precios, una de ellas, quizá la más grande, tiene precio de 10 mil bolívares.
Ya encontrar promociones de pasteles llama la atención, y su precio es de 3.000 bolívares, es decir, no tan baratos, y su tamaño es pequeño y con poco relleno; no obstante, es una forma en que el vendedor consigue atraer unos clientes más, a cualquier hora del día.
En barrio Obrero han aumentado las ventas de pasteles, sobre todo en las tardes; sin embargo, sus precios no son tan solidarios, oscilan entre 4 mil y 7 mil bolívares.