Regional
Crece congestionamiento en la ciudad por lentitud y falta de información en el suministro de gasolina
4 de junio de 2019
Hoy día en San Cristóbal prácticamente no hay un carro que no tenga un número marcado en su vidrio delantero. Algunos tienen hasta tres, y pareciera que sus conductores los exhiben con orgullo. Es la forma de demostrar el enorme sacrificio que se está haciendo para poder llenar de gasolina, el tanque del vehículo.
Las colas llegan a albergar más de mil vehículos, por bomba, o estación de servicio, E/S, que no pueden ser atendidos por una sola gandola de combustible. Según el supuesto control que se está aplicando ahora, de parte de los mismos conductores, una unidad alcanza para surtir unos 900 vehículos, de a 40 litros por unidad.
Pero la gasolina se acaba y la cola sigue, y también vuelve a crecer minuto a minuto cuando se van incorporando otros conductores. Por eso, generalmente los que están entre los doscientos o trescientos primeros carros de una fila, pueden pasar tres, cuatro y hasta cinco días allí, a la espera angustiosa de que aparezca el combustible.
Pero eso es solo una parte del angustioso esquema de vida que lleva el sancristobalense de hoy, y que parece extenderse al resto del país. La ciudad ve sus vías más importantes las avenidas, con las largas filas de lado y lado de sus carriles. La avenidas España, 19 de abril, Carabobo, Marginal del Torbes, Libertador, urbanización Mérida y Rotaria, exhiben las largas columnas automotoras.
Y las avenidas céntricas de la ciudad, la Quinta y la Séptima, (García de Hevia e Isaías Medina, respectivamente), comienzan a cerrarse por la filas de vehículos que buscan las estaciones de servicio aledañas, perjudicando el tránsito y la movilidad en general, así como también el desarrollo normal de la actividad comercial en el corazón de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de que este congestionamiento forzado o inducido por la queja de muchas comunidades residenciales que no soportan las colas por sus calles, queja la cual ha sido atendida por la autoridad que controla la distribución del combustible, el problema no se ha eliminado, porque parece imposible. La ciudad no tiene espacio para albergar semejante problema.
Comunidades como parte baja de La Concordia, por la plaza Venezuela, Propatria, urbanización Mérida, Barrio Obrero, sectores aledaños de la avenida Carabobo, y en la parte alta de la Ciudad, como Pueblo Nuevo, y residenciales cercanas a la avenida Los Agustinos, Complejo Ferial, Asogata, etc., padecen la consecuencia de las largas colas.
Reducir las colas esperanza de todos
La única forma de acabar con las colas, es que llegue suficiente combustible diariamente. Pero eso no parece ser posible en esta Venezuela de hoy. Pese a los desmentidos de Pdvsa sobre la escasez, el pueblo sabe que la situación, que palpa y vive todos los días, sí le dice la verdad, porque es lo real. No alcanza el combustible. Por eso no llega suficiente. No es “fake news”.
Pero a falta de ello, debe haber alternativas,. En las colas se plantean fórmulas. Pero quizá la más indicada, es que la autoridad informe oficialmente a través de los medios, siquiera con un día de anticipación, cuáles son las bombas que recibirán gandola, y cuántos vehículos atenderá cada una.
Simultáneamente, en la medida que van llegando los carros, se van anotando en lista formalmente controlada, que sí se puede, y se van para su casa, a esperar el día que llega el combustible. Quien no aparezca en la lista, no surte. Y quien no esté formalmente en la cola cuando empiece el suministro, tampoco.
Comentan que algunas bombas están entregando un numerito (tique) a los conductores, que luego de recibirlos, se van a esperar, a sus casas. O lejos de la E/S. Tienen su puesto asegurado, por lo que no hay que quedarse.
Pero para ello es necesario que la autoridad militar que maneja la operación de distribución de combustible, suministre la información oficial verdadera, cierta, y que sea divulgada a través de los medios formales de comunicación, no por WhatsApp, porque la mayoría del pueblo, que es el interesado, no usa las redes, ni tiene acceso fácil a la misma.
Con una información oficial, seria, digna de crédito, los usuarios sabrán a qué atenerse con respecto a las colas, y las autoridades podrán actuar con eficacia, porque “en guerra avisada…”
Humberto Contreras