Freddy Omar Durán
Empezando diciembre y que un punto fuerte del comercio de Cúcuta como es la Sexta se encuentre “despejado” de compradores, da un indicativo de una temporada navideña de menos compras.
Sin embargo, para nada el pesimismo prevalece, y a pesar de que se teme una afluencia menor de venezolanos, que supone el cucuteño se deba al bajo poder adquisitivo del “vecino”, ella no se ha detenido, y muchos le apuestan el éxito de sus ventas.
Un sondeo de calle coincide en la opinión de que compradores venezolanos hay menos, con el detalle de que en la actualidad resulta difícil distinguir al que viene de visita o está radicado en la capital nortesantandereana. Algunos contradicen la hipótesis que se maneja desde el Táchira de que “todo el mundo se está yendo a Cúcuta”.
— Decir que vienen de Venezuela muchos no, los que ya están acá. Nooo, si acá están diciendo que allá es donde se está vendiendo, que porque le sale más barato— afirmó una vendedora informal cucuteña.
Definitivamente si en lo económico a Venezuela le da gripe, Cúcuta estornuda; no obstante, esa dependencia no es tan absoluta como en los años del boom petrolero por los años setenta y principio de los ochenta del siglo pasado, y en la actualidad convencer al comprador local es tan importante como atraer al foráneo.
— Esta vez estamos viendo fuerte la situación. Así digan que no, Cúcuta la mueve el venezolano. Yo llevo 40 años vendiendo en la calle y sé que es así. A nosotros los colombianos no nos alcanza la plata para comprar; porque a usted le llega el recibo del agua, de la luz, del gas y cuando ya ha pagado eso.
Si la venta al detal es un buen termómetro para determinar el clima comercial, el mayoreo también resulta importante, pues gran parte de la mercancía “importada” se adquiere en Colombia, y más específicamente en Cúcuta.
— Las ventas han bajado y no creemos que vayan a mejorar. Desde octubre vienen personas de Mérida, Táchira, Trujillo, Caracas para adquirir en mi negocio zapatos para revender, y este año casi no se aparecieron. También ocurre que ahora se está llevando mucho la materia prima, para elaborar el zapato en Venezuela— explicó una vendedora de calzado del centro comercial Cooperativa Unicentro.