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“De nada servirá un nuevo cono monetario si no hay cambios profundos en la economía”

9 de agosto de 2021

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Freddy Omar Durán

El dato…

“Con el bolívar soberano, que pronto pasará a ser bolívar digital, se realiza el 15 % de las transacciones”

A partir del 1 de octubre, una nueva moneda remplazará a otra, y ambas tendrá una sola y eterna equivalencia: una unidad de la nueva equivaldrá a un millón de unidades de la anterior, decretada en 2018, a un billón de su ascendente más lejano, que apareció en 2008, y a un millardo del que podríamos llamar bolívar originario, que en alguna época muy lejana llegó a competir en poderío con el dólar.

Desde el primero de octubre, Venezuela entrará en un nuevo cono monetario, y comenzará la cuenta contrarreloj para desprenderse de los que desde entonces serán viejos bolívares; aunque a decir verdad, con el predominio del dólar –y el peso especialmente en el Táchira-, esta será para el ciudadano de a pie una preocupación menor, en comparación con una de mayor peso, como lo es aliviar sus penurias económicas.

Para muchos analistas, esta nueva reconversión podría no estar acompañada de una emisión importante de papel moneda, y es que su mismo nombre, “bolívar digital”, hace sospechar su misma dirección, y todavía queda pendiente que el Banco Central de Venezuela dé a conocer los mecanismos para que aquellos que en sus billeteras y arcas guarden el actual cono monetario reciban el equivalente –el valor total dividido en millón- de la nueva denominación, así como para que los precios adquieran una nueva “expresión”.

Para resolver dudas al respecto, el economista Aldo Contreras dio algunas luces sobre el significado de esta reconversión monetaria, a la cual, de una manera muy “simple”, se le define como “quitarle ceros al bolívar”, algo matemática, económica y contablemente inexacto.

Atacando las consecuencias y no las causas

— ¿La reconversión monetaria por sí sola puede traer cambios en el poder adquisitivo del venezolano?

— La eliminación de seis ceros a la moneda no trae consigo afectaciones al poder adquisitivo porque el salario mínimo –en su valor actual- pasaría de 7 millones de bolívares soberanos a 7 bolívares o 1,7 dólares, al tipo de cambio comenzando agosto. Lo que sí facilita, desde el punto de vista contable, es el tema de la cantidad de ceros que hay que colocarle en el libro contable, en el diario, en la facturación, y eso trae para las Pymes un costo asociado, porque cada vez que hay una reconversión monetaria, hay que llamar a los técnicos de soporte de software para que se calibren las impresoras fiscales, se ordene el sistema.

— ¿De esta manera se podría fortalecer el bolívar frente a las divisas extranjeras, de manera tal que la moneda nacional vuelva a ganar relevancia dentro de nuestras transacciones económicas?

—Se está atacando las consecuencias y no las causas del problema: la hiperinflación, el déficit fiscal, producto de la indisciplina monetaria, la caída del Producto Interno Bruto, el modelo económico comunista, los controles, las expropiaciones. En este caso, no debería llamarse una reconversión monetaria, sino simplemente una conversión, ya que una reconversión lleva consigo una política monetaria y una política fiscal distinta. Pasamos del bolívar fuerte al bolívar soberano y ahora al bolívar digital, pero igual, con esa moneda nacional apenas se hace el 15 % de las transacciones; el bolívar ya no es la moneda de cuenta, ya no es la moneda de curso legal, ya no es la moneda de reserva de valor, porque el bolívar ya no cumple con las cualidades del dinero.

—¿Qué costo traerá al país esta reconversión?

—Recordemos que la primera reconversión monetaria, en el 2008, significó un costo para la República de 350 millones de dólares, y la del 2018, en la que no se imprimieron billetes físicos, tuvo un costo de 150 millones de dólares, y esta estaría por el mismo valor. A esto habría que sumar el costo que asumen las empresas, por cambios en su facturación y contabilidad.

—¿Estará preparado el venezolano común para el impacto que traerá estos ajustes?

—Para algunas personas, siendo esta la tercera vez que se hace, al suprimir seis ceros a la moneda anterior, el dólar soberano, el dólar quedaría en 4,30 con relación a la nueva moneda, el bolívar digital; esto no implica una apreciación del tipo de cambio, ni la recuperación del poder adquisitivo, porque es lo mismo, los seis ceros se les quitan a los precios de los bienes y servicios, a los sueldos y salarios, y a todos los existentes en la economía, que incluye a los del cambio en moneda extranjera. Seis ceros, parece mentira, parece un chiste, porque en el fondo permanecen las mismas políticas, trayendo los mismos resultados, y no hay una política orientada a la recuperación del bolívar, con una dolarización de facto que avanza cada vez más.

—¿Qué pasará con quienes tengan en su poder los billetes del más reciente cono monetario, ampliado a 200 mil, 500 mil y un millón de bolívares soberanos?

—La última ampliación del cono monetario prácticamente no penetró en el estado Táchira, sobre todo el de un millón de bolívares, y que se lanzó precisamente en medio de la expectativa de cambios en la reconversión monetaria nueva; yo vengo hablando de la misma desde el mes de mayo. Se hizo un gasto de mercadeo, publicidad, en formación de los agentes económicos, etc.. y para nada, porque en los precios los ceros seguían sumándose a la derecha.

—¿Con un cambio de moneda es factible controlar la hiperinflación?

—Venezuela sigue en hiperinflación, una hiperinflación que va para el 2500 %; la reconversión se aplica luego de que se controla la hiperinflación, no antes. Ya estamos acumulando 44 meses en hiperinflación.

—¿Cómo será el nuevo cono monetario que viene asociado a esta reconversión monetaria?

—Por supuesto, con la nueva reconversión se hace necesario un cono monetario nuevo, y el que salió hace apenas unos meses quedaría eliminado. Los nuevos billetes anunciados por el Banco Central serán de 5, 10, 20, 50 y 100 bolívares. Con las proyecciones para octubre, el billete de más alta denominación valdría 25 dólares.

—¿Está nueva moneda podrá sostenerse por muchos años?

—Si no se controla la inflación, si no hay una política monetaria sensata, si no se cambia la política fiscal, las limitaciones a las exportaciones y el modelo económico, en año y medio estaríamos haciendo una nueva reconversión

Digital y electrónico

—Además del bolívar digital, también se está hablando del bolívar electrónico, ¿en qué se diferencian?

—La diferencia entre el bolívar digital anunciado y el bolívar electrónico, es que este último, que ya ha venido existiendo, se relaciona con el hecho de que en el mundo más del 90 por ciento del dinero existe en un computador, no en billete o moneda. Electrónicamente podemos hacer transferencias a través de los sistemas P2P, C2P, que son las que se hacen a través del pago móvil. Al bolívar digital se le ha puesto este acrónimo con la finalidad de hacerlo parecer al yuang digital que acaba de ser lanzado, y dándose la idea de que se pondrá al día con las tendencias mundiales de la economía, que poseen la finalidad de abaratar transacciones y hacerlas con medios tecnológicos más avanzados, con la huella digital, el iris del ojo y aplicaciones en los celulares, como en el país asiático, pero sigue estando sometido a las regulaciones nacionales, sujeto a reservas internacionales.