La comunidad jaureguina dividida ante la movilización de su patrono al Santuario de la Consolación

Daniela González

El anunciado traslado del Santo Cristo de La Grita, patrono del Táchira, ha generado un intenso debate entre los habitantes de la comunidad jaureguina.

La imagen, que es un bien de interés cultural en Venezuela, participará en las actividades del Seminario Santo Tomás de Aquino entre el 30 de enero y el 10 de febrero, visitando las localidades de Táriba, Palmira y San Cristóbal en el marco de la celebración del centenario del seminario.

Mientras algunos habitantes ven con entusiasmo la oportunidad de que el Santo Cristo visite otras comunidades, otros expresan su preocupación por los riesgos asociados al traslado de la valiosa imagen.

En una carta abierta, el restaurador Miguel Ángel Márquez Guerrero ha destacado la importancia de la ubicación actual del Santo Cristo en la iglesia-basílica del Espíritu Santo, donde las condiciones ambientales son óptimas para su preservación.

Márquez alerta sobre los peligros que representan las vibraciones del vehículo en el que se movilice y los cambios ambientales durante el traslado, que podrían dañar la escultura del siglo XVII. Además, subraya el profundo valor espiritual del Santo Cristo para la comunidad, especialmente durante las festividades religiosas.

El restaurador sugiere reducir al mínimo los traslados de la imagen y capacitar a los nuevos sacerdotes en la conservación del patrimonio eclesiástico. Para Márquez, el Santo Cristo debe permanecer en su ubicación actual para garantizar su preservación y respeto.

La noticia ha desatado un debate, donde periodistas locales lograron entrevistar a lugareños, evidenciando posturas encontradas entre los jaureguinos.

A través de Reporte La Grita, la población pide estudiar la decisión de trasladar a su patrono de manera momentánea a dichas ciudades, asegurando que podría generar daños a la imagen.

La decisión final sobre el traslado del Santo Cristo de La Grita recaerá en las autoridades eclesiásticas, quienes deberán evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos de la iniciativa.

Ayer martes 21 de enero se llevaría a cabo una reunión de las autoridades eclesiásticas con los miembros de la cofradía para discutir la situación y tomar una decisión final.