En el sector ‘C’ de La Invasión, se calcula han sido destruidos más de cien ranchos, aunque muchos otros que ya fueron revisados están signados con la letra “D”, de demolición, y otros con la letra “R”, de revisado
(San Antonio).- Decenas de ranchos de lata y algunas viviendas de bloque, así como otros locales que servían de guaridas de delincuentes y sitios de prostitución, ya fueron demolidos por la fuerza pública en el sector de La Invasión, de San Antonio, donde desde el pasado sábado la Fanb inició la Operación de Liberación del Pueblo, en búsqueda de paramilitares y para desalojar toda esa área definida como zona de seguridad de la nación.
Las demolidas, en su mayoría, son humildes viviendas construidas con latas de zinc. Según se pudo conocer, la demolición comenzó el pasado fin de semana. Solamente en el sector ‘C’ de La Invasión, se calcula han sido destruidos más de cien ranchos, aunque muchos otros que ya fueron revisados están signados con la letra “D” de demolición y otros con la letra “R”, de revisados. Llamó la atención que en algunas viviendas de la zona de La Invasión también colgaba la bandera nacional.
En el mismo sector donde fueron demolidos los ranchos, este lunes en la tarde, había una reunión entre autoridades gubernamentales y militares, con residentes de la zona, para abordar la situación. Asimismo, en los diferentes sectores de La Invasión continuaron los operativos de la Fuerza Armada Nacional, en la búsqueda de integrantes de bandas criminales y desalojando a indocumentados colombianos, que eran trasladados hacia el puesto de comando militar, donde son chequeados por las autoridades policiales, militares y de Migración.
Algunos ciudadanos que fueron consultados en el casco urbano de San Antonio, donde también se mantienen los operativos y puntos de control militar, se mostraron en desacuerdo con las acciones emprendidas por el Gobierno venezolano en la frontera. “Sabemos que hay decretos, que hay derechos; están oprimiendo al pueblo colombiano, están atentando físicamente contra ellos y las heridas morales repercuten en los niños y en la humanidad. Mi esposa es extranjera y yo estoy en la incertidumbre por mi esposa y por mi hijo, qué será el futuro de ellos, señor presidente, qué será”, dijo Erwin Moncada.
“Hasta a los mismos venezolanos nos están oprimiendo, porque a cada 50 metros nos paran; déjennos trabajar; mi esposa es colombiana, pero tengo incertidumbre por el futuro de mi esposa y de mi hijo, qué será de ellos y qué será de los demás pobladores de acá de la frontera, porque estamos unidos en un vínculo con los colombianos y los están sacando”, acotó.
José G. Hernández