Regional
Denuncian “fiestas descontroladas” en establecimiento del parque Quinimarí
12 de diciembre de 2020
El abuso, escándalo, irresponsabilidad y degradación de valores y ciudadanía se hicieron presentes la noche de este jueves, 10 de diciembre, en el parque Amenodoro Rangel, popularmente conocido como Quinimarí, en Pirineos, parte alta de San Cristóbal, cuando la reapertura de un establecimiento, tipo restaurante, que funciona en el lugar, realizó una millonaria quema de pólvora enmarcada en la época decembrina.
Vecinos del sector formularon la denuncia y expresaron malestar e impotencia ante el referido evento, que calificaron como una actividad cargada de música atronadora que se presta para incrementar los casos de la mortal e impredecible segunda oleada de la pandemia de covid-19.
Al respecto, Elio Velásquez, médico y afectado, indicó que hechos de esta naturaleza dejan en evidencia la irresponsabilidad de la ciudadanía, en especial cuando los hospitales y médicos empiezan a ser sobrepasados por el repunte de la devastadora pandemia.
«Mientras como médicos aún lloramos la pérdida de valiosos y sacrificados profesionales en nuestra ciudad de San Cristóbal y en el país, víctimas de dicho flagelo en el último mes, en el parque Quinimarí de Pirineos se han mostrado la irresponsabilidad y el barbarismo en su máxima expresión», lamentó Velásquez.
El galeno insistió en que «mientras muchos familiares de pacientes que luchan por su vida en diversas unidades de cuidados intensivos hacen solicitudes desesperadas de medicamentos salvadores, un grupo de malos ciudadanos, impúdicamente, han expresado con su celebración desvergonzada y derrochadora que la vida de los habitantes de esta ciudad nada significa para ellos».
No es la primera vez…
Habitante de las inmediaciones del parque Quinimarí aseguran que no es la primera vez que se registran eventos de esta naturaleza en el sitio referido.
Rosalba Rojas, Maritza Morle, María Rosario Fuentes, Freddy Rosales, Abril Ávila, José del Carmen Tapias, junto a los integrantes del consejo comunal de la zona, manifestaron que padecen desde hace mucho tiempo este problema y cada día se hace más difícil vivir allí. «Ya no hay tranquilidad», se quejan.
Los afectados aseguran que este establecimiento comercial carece de los permisos legales para su funcionamiento.
«Tenemos varias denuncias interpuestas ante diferentes instituciones del Estado, especialmente en la alcaldía del municipio San Cristóbal, por la violación y perturbación de la paz y tranquilidad ciudadana, venta ilegal de bebidas alcohólicas e invasión de espacios para la recreación, esparcimiento, cultura y deporte de la población», puntualizaron, y destacaron que ningún organismo ha hecho nada ante este atropello a la comunidad y ahora posible foco de infección de covid-19.
Integrantes de la comunidad de Quinimarí reiteraron su angustia porque ese local de venta de comida y alcohol funciona prácticamente las 24 horas del día.
Los vecinos aclaran que no se niegan a que la empresa privada se instale, siempre y cuando sean respetadas las normas de convivencia de cualquier lugar.
El llamado es a los entes competentes para resguardar el orden público, Policía Nacional Bolivariana (PNB), Policía Municipal de San Cristóbal, Policía del Táchira (Politachira), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), alcaldía de San Cristóbal, o a cualquier ente que pueda poner fin a esta crítica situación.
Bleima Márquez / @bleimamr