Regional
Descontento en los sindicatos por anuncios relacionados con ingreso de trabajadores
3 de mayo de 2023
Si bien el mandatario nacional había hablado en acto público de un Bono de Guerra Económica de 20 dólares, esa cifra a primera hora de la mañana de este martes la rectificó en 30 dólares
Freddy Omar Durán
Sobre los anuncios relacionados con los ingresos de los trabajadores del sector público, los sectores sindicales se pronunciaron, coincidiendo en la insatisfacción que tales reajustes implicaron al no estar incluido en los mismos el salario mínimo.
Entre las medidas contemplaron un cestaticket de 40 dólares y un Bono de Guerra Económica, que si bien el presidente Nicolás Maduro anunció en 20 dólares, a la mañana siguiente en un video, estableció un reajuste de 30 dólares.
Esos 70 dólares, ahora indexados, es decir, traducibles en bolívares al cambio oficial, no dejan para nada satisfechos a los sindicalistas encuestados, pues sin incrementos en el salario mínimo, todo lo relacionado con las prestaciones sociales se enfrió.
No hay nada que celebrar
Ramón Ali Chacón, secretario general de la Federación de Empleados Públicos del Táchira, lamentó la violación constante que se comete al permitirse un debilitado salario mínimo que no cubre la canasta básica, calculada en 500 dólares.
–En cuanto al salario no hubo ningún anuncio, nosotros los empleados públicos estamos peleando por el derecho contemplado en el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que nos dice que debemos tener un sueldo acorde a la cesta básica. No tenemos nada que celebrar pues no hubo ninguna noticia para los trabajadores, seguimos ganado los mismos 130 bolívares y sin tener ningún tipo de beneficios.
El dirigente sindical agregó que la frustración por los bajos salarios de los funcionarios públicos ha obligado a muchos a la deserción, y la ausencia de ellos se hace evidente con solo visitar las oficinas gubernamentales
–Si ustedes van a las alcaldías y a la gobernación o a los institutos que se llaman públicos, usted ve que funcionarios no hay, porque nadie quiere trabajar por ese sueldo. Un profesor y por ahí lo decían a manera de chiste, puede ganar recogiendo latas 40 mil pesos al día, mientras que en su trabajo no llegan a los 20 mil pesos, además que no tienen zapatos, ni el mermado ingreso les alcanza para trasladarse a sus sitios de trabajo. Los empleados públicos la mayoría quedaron convertidos en buhoneros, buscando en la calle a quién venderle un par de zapatos, una camisa, un dulce para sobrevivir, porque eso es lo que están haciendo los empleados públicos.
Al no tener los bonos incidencia alguna sobre el salario, Chacón los señaló como una simple manera de tener contentos a los trabajadores, pero en ningún modo se reivindican sus derechos laborales.
–Así como uno en la casa que tiene sus mascotas, y cuando yo llego a la casa se ponen contentos porque tienen quien les da la comida. El Gobierno pretende tener a los empleados públicos felices con un bono, y con un mercado, que de vez en cuanto llega; cuando ese bono no tiene ninguna incidencia laboral, si yo me voy de vacaciones o voy a recibir mis aguinaldos, en nada esos bonos contribuyen a su incremento.
Desempleo rampante
También se pronunció en la sede de Fetáratchira el sector de la construcción, representado por el presidente de su sindicato regional, Orlando Maldonado:
–Hoy amaneció el pueblo trabajador más triste, amanecieron más pobres que el primero de mayo, no hay ánimo, no hay esperanza, no hay un salario que contribuya al alimento en los hogares de los trabajadores. Hay una parte que está muy contenta: la empresa privada, porque allí no se va a aumentar el salario, y los trabajadores que estaban esperando un ajuste se quedaron sin el mismo.
Agregó Maldonado que el esfuerzo del sindicato ha sido que al obrero de la construcción le corresponda un salario digno, y consideran que así lo han logrado a través de negociaciones con el sector público; sin embargo, se preocupa por las altas tasas de desempleo que afectan al Táchira. De hecho, a la entrada de Fetratachira se puede ver una cartelera en la que hay una lista de al menos 300 personas que esperan ser tomadas en cuenta cuando una obra importante requiera de sus servicios.
–El trabajador de la construcción a través de las gestiones de Fetratachira tenemos un salario de 80 dólares semanales, más una semana por mes, gracias a acuerdos que hemos llegado con el ciudadano gobernador Freddy Bernal y el ciudadano alcalde Silfredo Zambrano. Pero el problema en el Táchira es el desempleo, que está casi en un 100 %, y las obras que se adelantan con los gobiernos regionales y municipales no dan abasto para tanta persona necesitada de una plaza de empleo en el sector construcción, y por los costos la empresa privada no quiere construir.
Incapaz de fijar un salario mínimo
Para Vidal Agelvis, secretario general del sindicato de empleados públicos del Táchira, luego de tanta espera por las buenas nuevas para este Primero de Mayo, los trabajadores quedaron con los crespos hechos, por parte de un gobierno al que calificó de “anti-obrero”.
–Es lamentable la noticia que da el presidente Nicolás Maduro, en estos tiempos de zozobras y angustias. Los trabajadores se quedaron con los crespos hechos ante esta “marranada” que les hicieron. Esto demuestra la incapacidad que tiene este gobierno anti-obrero, que no es capaz de reconocer el esfuerzo que hace el trabajador en sus faenas cotidianas. También demuestra que no tuvo la capacidad para fijar un salario mínimo que sea acorde a la inflación que están padeciendo todos los venezolanos por igual.
Se pregunta por la situación de los jubilados, que en nada fue contemplada en la decisión gubernamental expuesta durante el Día del Trabajador.
-Nosotros repudiamos categóricamente ese anuncio, ya que esos cuarenta dólares de cestaticket y los 20 dolares de bono de guerra, no entran a la liquidación de las prestaciones sociales ¿Y cómo quedan los jubilados que no cuentan con el ingreso para su alimento y medicina? Es bastante pecaminosa la actitud de este Gobierno nacional, que se llenó la boca que son 60 dólares, más el salario, un salario de hambre.
En su concepto el hambre no tiene color político; y en tal sentido, la medida, según el dirigente sindical, no llega a ser satisfactoria ni para los funcionarios leales al partido oficial. Ratificó que los sindicatos no bajarán la guardia en sus mecanismos de presión.
–Hoy los venezolanos seguimos siendo más pobres y más pobres. Nosotros los trabajadores de la Gobernación llevamos más de 23 años que no se discute una cláusula de contrato colectivo, y hablan de la vivienda cuando eso ya lo tenemos hace más de 35 años en los acuerdos vigentes. Es así que nosotros no podemos estar congraciándonos sino salir a la calle, ser rebeldes, porque la Constitución nos lo permite y porque el Gobierno nacional no se ha apersonado a darnos respuestas claras y concisas a esta situación.
A todos afectan, aunque no parezca
Encuestados algunos trabajadores independientes, declararon no sentir que las medidas gubernamentales incidan positiva o negativamente en sus procesos productivos; pero otros sí admitieron el carácter movilizador de la economía.
–Nosotros como trabajadores informales o independientes también nos vemos afectados, porque si el trabajador no tiene poder adquisitivo, cómo van a contratar nuestros servicios, y vemos a estas personas de la tercera edad que vienen a un banco tratando de resolver lo de la comida— afirmó Yeison Chacón, como vocero del gremio de taxis del Estado Táchira.
Lápida al salario
Gerardo Ramírez, presidente de la Fenatev, que agrupa a una parte importante de maestros de la región, declaró que el salario está herido de muerte, y esto demuestra en nulo interés por la clase trabajadora por parte del Estado venezolano, y más cuando una parte importante del magisterio durante cuatro años ha exigido mejoras en la calidad de vida.
–Este primero de mayo el Gobierno nacional le da el puntillazo mortal a lo que constitucionalmente se denominaba salario. No les importa la clase trabajadores, los funcionarios de la administración pública, que llevan 4 mesas en la calle exigiendo algo que está en la Constitución. Hoy los maestros están en mengua, desvalidos, son tratados como seres que no tienen ningún valor, en un país lleno de divisiones, en un país rico que el régimen se encargó de desmantelar, de desmoronar.
Los anuncios presidenciales, para el representante magisterial, en nada cubren a lo que han sido las demandas expresadas por los docentes en la calle; y en vista de esto, las acciones de presión podrían ir a otro nivel
–Nosotros estamos evaluando en el magisterio las medidas a seguir: hemos realizado la consulta, y ya se ha consignado a la oficina del trabajo y en los próximos días lo vamos a llevar a Caracas, un documento que ya tiene visos de legalidad, y que nos va a permitir en el Táchira convocar un paro de 48 horas y posteriormente a un paro indefinido ante esta situación tan oprobiosa, tan miserable para la clase trabajadora. Nosotros tenemos una agenda y la vamos a materializar en los próximos días.