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24 de diciembre de 2024
La dinámica del trabajo no da lugar al miedo, ni tiempo para sentirlo, porque la misión es exigente y agotadora. Desinfectar doscientas casas en un solo día no es trabajo fácil, sobre todo si se sabe que está al acecho un terrible enemigo que la humanidad trata de enfrentar con todos los recursos que pueda tener a su alcance. Es minúsculo, pero responsable de una pandemia que transformó la vida y el acontecer de naciones enteras, que aún no han logrado conseguir la fórmula para frenarlo.
Armando Hernández
El capitán Antonio Briceño Angulo, jefe de Operaciones del Cuerpo de Bomberos del municipio San Cristóbal, se encuentra desde el pasado mes de marzo al frente de un segmento de las operaciones de limpieza y desinfección que, con la intención de destruir todo vestigio de COVID-19, se desarrollan en la capital tachirense. Su tarea consiste en eliminar posibles brotes de contagio, anular riesgos y contribuir con el bienestar y salud de nuestros ciudadanos.
Briceño, junto a un equipo de valerosos bomberos, ha recorrido, en no pocas oportunidades, los diferentes barrios y urbanizaciones de San Cristóbal, calles y avenidas, planteles educacionales, sedes policiales, iglesias, casas de familia, edificios residenciales, comerciales y de organismos, tanto públicos como privados, sedes de gremios profesionales, y en fin, ha acudido a todos aquellos lugares donde se sospeche existe situación potencial de riesgo, para proceder a su eliminación.
Ardua y agotadora tarea
El funcionario explica que las operaciones se iniciaron el 22 de marzo del presente año, cuando se comenzó a aplicar en el estado Táchira el plan nacional de desinfección, a instancias del Ministerio de Salud. Los bomberos de San Cristóbal fueron incorporados a tal tarea, junto a un valioso grupo de jóvenes de emergencia Ven991, así como integrantes del Gabinete municipal de seguridad, que está conformado por Protección Civil San Cristóbal y Policía Municipal. A este equipo también se sumó la Guardia Nacional Bolivariana, a través de la Guardia del Pueblo. Como equipo estructurado, inicia su trabajo con la aplicación de un producto químico conocido como hipoclorito de sodio.
—Desde esa fecha, día a día, hemos realizado desinfección en casi todas las comunidades de la capital tachirense y por necesidades de servicio, en sectores de Barrancas y Táriba, municipio Cárdenas, y la Troncal No. 005, en el municipio Torbes, explica, para continuar diciendo que están trabajando directamente en la línea de fuego, en los sitios donde han salido personas positivas con el COVID-19. “Hace pocos días se hizo una jornada extraordinaria a través de un plan de desinfección en el sector de Puente Real, donde según se nos informó, había salido una familia infectada con coronavirus y ante tal situación se hacía necesario actuar de manera inmediata, para eliminar cualquier brote que pudiera significar contagio o propagación”.
La desinfección se hizo en aproximadamente 200 viviendas, se entró a ellas aplicando el sistema casa por casa, y luego se procedió a la desinfección en la parte externa, incluyendo puertas y ventanas, así como las vías públicas. Se utilizó un camión tipo cisterna y personal debidamente entrenado, para lograr la eliminación de un potencial brote de COVID-19 que representaba amenaza para la comunidad.
Sin temores
Briceño explica que durante estos cinco meses de gran actividad, y a pesar del riesgo, no han sentido miedo por un eventual contagio, ya que están preparados y bien protegidos. Regresa a la memoria la imagen de los bomberos en plena acción y conforme a los protocolos de seguridad. Delante van los motorizados de la Policía Municipal y luego los efectivos de PC- San Cristóbal, en Unidad de perifoneo, advirtiendo a las personas sobre el comportamiento que se debe asumir durante el proceso de desinfección. Tambien van los funcionarios de la Guardia del Pueblo, atentos y vigilantes, y después el carro cisterna aplicando la sustancia química que se encargará de eliminar el virus.
El jefe de Operaciones de los bomberos de San Cristóbal destaca la importancia del tapabocas y su uso adecuado, así como los guantes, que bajo ninguna circunstancia deben ser reutilizables. Una vez utilizados, “se deben desechar”, aclara, y al insistir en el tema del tapabocas, lo considera como un recurso muy importante en la lucha contra el COVID-19, clave para la prevención, que se debe usar tal y como lo ha recomendado la Organización Mundial de la Salud.
Aclara que los bomberos no son los encargados de aplicar el protocolo COVID-19, pues esta situación la maneja directamente un equipo especializado, bajo la dirección de la doctora Amelia Fressel, que cuenta con ambulancias y otros recursos. Esto aleja la posibilidad de contagio por el manejo de personas infectadas. “Nuestra labor está relacionada con la mitigación de riesgos y la eliminación del virus, pero ya el hecho de acudir a los lugares donde existen potenciales brotes, no deja de ser un riesgo para el personal, que extrema las precauciones y las medidas de seguridad”, recalca, con la voz de la experiencia.
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