Regional
Desorden nocturno a favor del covid-19 indignó a los habitantes de Palmira
12 de diciembre de 2020
Un desorden nocturno que se convirtió en un caldo de cultivo para el contagio de coronavirus indignóa los habitantes de la capital del municipio Guásimos, este viernes.
Todo comenzó cerca de las siete y media de la noche, enlacalletres y carrera cinco. Llamaba la atencióna los vecinosque los carros los estacionabanpoco a pocoen esta zona, muy concurrida en la época decembrina sobre todo por personas que no tienen nada que ver con el municipio.
A eso de las ocho comenzó la música a todo volumen-contó un vecino-ruido que a partir de las diez y media dela noche se hizo insoportable, mientras laspersonas se acomodaban en cualquier espacio, con banquitos hasta de plástico buscando acomodo augurando que la estadía sería larga.
A nadie le importó en primer lugar que el mundo está cercado por la muerte, que el Covid -19 está en la calle más vivo que nunca, que el lugar se convertía en un epicentro de contagio pues nadie tenía tapabocas y además bebían y fumaban, sin que nadie actuara.
Tampoco hubo preocupación por entender que entre la calle 3 y carrera cinco hay personas de la tercera edad, enfermas, convalecientes, por cierto, muy conocidas y de mucho respeto en el municipio que no pudieron dormir, disfrutar de sumerecidodescanso.
El desorden se adueñó de lugar, los protagonistas tomaron hasta la calle y no atendieron el llamado de nadie… muchos no sabían por qué era el bochinche, unos decían que se trataba de la inauguración de un Sound Cars, que es, nada más menos que competencias de equipos de sonido de vehículos, si es cierto, vale a pregunta ¿quién permite que se lleven a cabo este tipo de eventos en plena pandemia y tomando en cuenta que se diceque en Palmira aumentaron de manera importante el número de contagios?, preguntó uno de los residentes del sector.
Otras personas hablan de la inauguración de un local de expendio de licores, hecho que también causa molestia, entendiendo que el año pasado abrieronotro negocio de este tipo,situación que también alteró la paz delos vecinos y valió esaocasión para hacerse la pregunta sobre quién está otorgando este tipo de licencias, explicó otro residente del sector.
Los vecinos, muchos de ellos guardados desde las seis de la tarde, desesperados, no sabían a quién acudir, intentaron llamar al 171 pero no encontraron respuesta, lograron comunicarse con el Alcalde, llegó la Policía y bajaron los volúmenes de los equipos de sonido, pero esta alegría duró pocos,pues pasaron apenas unos minutos cuando de nuevo se escucharon las cornetas a todo volumen, comentó el señor Gerson Cárdenas.
En conclusión, los vecinos no durmieron y nadie respetó el período de cuidado que se debe tener en el estos momentos y la inquietud que queda es que si de nuevo en poco tiempo excusándose en que es Navidad, este episodio triste, se repita en Palmira.
Nancy Porras