Tránsito fluido por el Simón Bolívar
22 de noviembre de 2024
Deteriorada está la vialidad entre Santa Teresa y Las Lomas, parroquia San Juan Bautista del municipio San Cristóbal. Aunque en general esas son las características de las calles de la ciudad, usuarios de esas comunidades pidieron realizar un trabajo en la zona sobre el tema: hay mucho hueco y nadie arregla, dijeron.
En general, la peculiaridad de la vía es similar al resto de la capital tachirense: pavimento irregular, agrietado por el tiempo, filtración de aguas negras, huecos originados por el robo de las tapas de las boca de visita, otros por el deterioro de la rejilla del alcantarillado, en fin, calles rotas o huecos de diferentes tamaños y profundidades.
Desde que finaliza la avenida principal de Pueblo Nuevo, en la intersección con la avenida Los Estudiantes, el estado de la carretera es “pésimo”, según calificó un vecino que sustentó: “¿Qué otra cosa se puede llamar a las condiciones en que se encuentran las calles de aquí?” Incluso en el sector de la planta de Corpoelec, vecinos colocaron troncos y palos en una boca de visita, para advertirles a los conductores que ahí hay un hueco, pues ninguna autoridad se ha preocupado de velar por este mobiliario patrimonio de la ciudad, y como es la praxis hoy: se robaron la tapa de la misma.
Más de mil huecos
En varios tramos de la vía hay filtración de aguas, dicen que no saben si son blancas o residuales pero lo que sí saben es que en pocos días deterioran el poco asfaltado que en los últimos años han colocado a este sector del municipio capital.
Bajando de la calle 4 del barrio Bolívar, por el conocido sector de la planta de Corpoelec, dicen que la filtración es por una naciente de agua que a pesar de los años, no ha sido canalizada pero le ha hecho “bastante daño” a esa regresiva.
—Esta es la calle 4 de Barrio Bolívar, anteriormente Santa Teresa. Bueno, aquí se llamaba El Camino Real de la Machirí- expresó Hollman Mantilla, un vecino que al ser interrogado sobre el tema preguntó: “¿Los huecos que tiene la ciudad? No, no, no, no, no hay huecos ¿cómo se le ocurre?, usted no puede caernos a mentiras”.
Mantilla agregó más serio: “Mire, usted cuenta de aquí hasta abajo, y si no consigue si quiera unos mil hasta la Villa, no consigue nada”. “A esto le metieron mano cuando estaba la exesposa de William Méndez, del resto más nada, y si usted agarra para allá, creo que es la calle 29, vaya con todo el cuidado del mundo porque si pasa siquiera a 60 kilómetros por hora, tiene que buscar una grúa para llevarse el carro, porque el tren delantero ya no le sirve, está demasiado destruido, en pésimo estado, qué más se le puede decir, aquí nada más hay una cantidad de huecos y eso que la gente se ha puesto y ha tapado con cemento”.
A la panela no se le puede quitar el dulce
Y es que también se observaron parches en la calzada que no son precisamente producto del bacheo, sino de los intentos de algunos vecinos por evitar la formación “de tanto hueco”; de allí que en los huecos, como se observa en la calle 29 de barrio Bolívar, les colocaron escombros.
“Es una carretera que está en bastante deterioro, tiene como dos años que no lo arreglan, abajo a cada rato arreglan y se echa a perder”, manifestó un vecino que cree que el gran problema de esa comunidad es el colapso de la red de aguas negras.
— ¿Quiere hacerle un llamado a alguna autoridad para que arregle las calles?
— No, no, ¿a quién le pedimos aquí? La Alcaldía, que es a la que a usted le paga impuestos, nada hace; a la Gobernación ¿cómo le pide usted?, si no tiene nada que ver con los impuestos, porque supuestamente usted paga los impuestos es para el arreglo de las calles, ¿no es verdad? Eso es lo que me han enseñado a mí, no sé qué verdad será, o será mentira- respondió, y comentó: “En San Cristóbal debe haber mucho carro dañado porque no todos se dañan de una vez, sino que uno va dándole todos los días hasta que se resienten.
— ¿Usted cree que hay huecos aquí en Santa Teresa? (Se le preguntó a un vecino del Camino Real de la Machirí)
— Creo que la que no cree es la alcaldesa, porque anoche la vi hablando por TRT que se lanzó para la Gobernación, y me dije, c…, si no hizo nada cuando la Alcaldía… ya yo no caigo más en esas trampas “caza bobos”. William Méndez hizo, y Mónica hizo más que la señora Ceballos, porque la verdad es que usted a la panela no le puede quitar el dulce.
Atención para Santa Teresa
Willy Medina, vecino de la 29, comentó que le dio lástima con un taxista que tuvo que llamar una grúa la semana pasada porque al carro se le partió el amortiguador: “A cada rato se ven carros accidentados por aquí, está muy descuidado todo el barrio, como todo San Cristóbal, con todos esos huecos que tenemos”.
–Hasta Las Lomas es demasiada la huecamentazón, hay huecos por todos lados, se dañan los amortiguadores, los frenos y la alcaldía nunca va a responder por eso ¿Cuándo se veía a San Cristóbal así? ¡Nunca! Pero ahorita no sabemos qué pasa, si es competencia de la Gobernación o de la Alcaldía”.
— ¿Usted a quién le paga impuestos?
— A la alcaldía, basura y todo… mire, estamos esperando el camión que recoge la basura desde la semana pasada y no ha pasado, el llamado es que atiendan a la comunidad, que le tapen los huecos porque todas las calles están terribles; dígame por el mercado, esos están peores.
A lo largo de esa vía hasta Las Lomas, el estado de la misma fue similar, hundimiento, filtración de aguas negras, “troneras” de lado a lado de la calle, como la que está frente al Centro Comercial Santa Teresa.
“Requiere un asfaltado completo, no basta con un bacheo, ya basta de “pañitos de agua tibia”, como antes, tienen que romper y asfaltar”.
Seis años a oscuras
Los vecinos de Santa Teresa también afirmaron que en cuanto a servicios público “estamos en las manos de Dios y en la noche ni se diga, es oscuro por todos lados, estamos sin alumbrado público, ya tiene como seis años de estar así, quizás más, no hay quien le ponga el cascabel al gato en ese sentido”.
De allí que el llamado es a la Alcaldía de San Cristóbal para que atienda las calles de la ciudad, asistencia que piden los vecinos.
Marina Sandoval Villamizar
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