Ya escribió Mario Benedetti alguna vez:
Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!
La celebración hacia las madres es universal, aunque no en todos los rincones del mundo se celebra el mismo día, y de la misma manera.
De hecho en países como España y Portugal ya festejaron el primer domingo de mayo, y otros países, como el nuestro, se preparan para celebrarlo el 12 de mayo. Otros países como Panamá lo conmemorarán apenas en diciembre, y otros lo ensalzan en conjunto con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
Para hablar de celebración hay que hablar de origen: En 1907 una mujer de Pensilvania, al occidente de Estados Unidos, llamada Ann Marie Jarvis quiso rendirle homenaje a su madre, quien en vida intentó conmemorar el esfuerzo de las mujeres que eran mamás y trabajadoras, y retribuirlas así con mejoras laborales y sanitarias.
El 12 de mayo de ese año Ann Marie organizó junto a su hermana un día de las madres para ello. Siete años después, el entonces presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, oficializó la celebración como fiesta nacional, a la que posteriormente se sumaron otros países de la región.
Sin embargo, para 1920, Jarvis se dio cuenta de que la conmemoración era más comercial que otra cosa e intentó protestar contra ello, aunque sin éxito. Aun así Ann Marie Jarvis es considerada la fundadora de la celebración universal del día de las madres.
En los países latinoamericanos la celebración gira en torno a las tarjetas y los chocolates. Ramos de flores y cantos para enaltecer la figura de quien les dio la vida, o quien los crió. Pero países como Holanda, da a los niños dos semanas libres durante el mes de mayo para que lo celebren junto a sus madres.
Entre los países que evitan darles “trabajo” a las madres en su día, están Perú e Irlanda, en donde se suele salir a comer a restaurantes para evitar que las mamás cocinen.
En otros países como México y España los niños sorprenden a sus madres con manualidades y regalos hechos por ellos mismos, y en el caso mexicano las serenatas y los mariachis no pueden faltar.
En países como Siria, se celebra en marzo y es fiesta nacional. En Japón se suele obsequiar claveles como símbolo de la fuerza maternal. (Marialice Rangel/pasante ULA)