A sus 77 años, a don Rogelio Flores le ha tocado sobrellevar las adversidades propias de gran parte de la población de la tercera edad. Sin más dolientes a quien acudir, depende de una menguada pensión pública.
A sus males se suma el hecho de padecer una discapacidad visual, desde hace más de 30 años, con las limitaciones que esto acarrea.
Pero Don Rogelio, no pide a la vida, más que una cosa para consuelo de sus penas: una guitarra.
Por eso el acude a cualquier persona que de buen corazón le regale el instrumento musical o al menos una donación para ir ahorrando hasta acumular el dinero suficiente para comprarla.
Con la diáspora partió la familia que lo acompañaba cuyo paradero desconoce. Su mamá, quien fue su gran compañía por muchos años, ya hace un buen tiempo marchó de este mundo.
— Mi familia emigró por la situación que vivimos aquí. No sé dónde están. Voy a solicitar una guitarra para cuando esté en mi casa distraerme, mientras yo estoy ahí solo. Yo mismo hago los oficios de la casa: lavo la ropa, limpio todo, pero me queda un tiempo, y puedo practicar. A veces me pongo a escuchar la radio.
Nunca formó una familia, por el celo de su madre, según dice, y cuando ella murió solo le quedó afrontar la vida.
Pertenece a la Asociación de Discapacitados Visuales. En el informe médico que siempre carga consigo se indica que sufre desprendimiento de retina en el ojo derecho -accidente ocurrido hace 30 años- mientras que el ojo izquierdo fue sometido a una operación por cataratas.
Recordó que alguna vez practicó con el tiple, pero ahora se ha decidido por la guitarra, ya que le han ofrecido la opción de enseñarle a tocarla, y nunca es tarde para aprender, además de los beneficios que eso le traería para socializar más.
— En la Fundación de Ciegos me garantizaron un profesor para la enseñanza musical pero la condición es que tenga mi guitarra propia.Yo me acuerdo que cuando estaba joven tocaba un instrumento que se llama tiple. Y dije “ahora yo solo, sin tener con quién hablar, pues me entretengo tocando”.
Por sus propios medios considera imposible adquirir su instrumento que estaría por el orden de los 150 mil pesos o 1.800 bolívares
— Mí sustento es la famosa pensión, por la que cada fin de mes me dan 130 bolívares, y si los convierto a pesos me dan 15 mil pesos, y cuando me llega el bono de guerra es que me complemento, y con eso pude pagar lo que debía de agua y luz, porque lo que recibía ni pa eso me alcanzaba. Y ahora ni el bono de guerra me ha vuelto a llegar.
Vive en Zorca Providencia un poco más allá de El Mirador, calle Rómulo Gallegos, sector 45, casa Z-6, a quinientos metros de la alcabala. Quien desee comunicarse con él, lo puede hacer a través del número telefónico: 04147352875, que solo sirve para hacer y recibir llamadas.
Freddy Omar Durán