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Inicio/Regional/Dulces típicos en amarga crisis

Regional
Dulces típicos en amarga crisis

lunes 28 septiembre, 2020

Confites, coquitos, dulces abrillantados, gauchos, bocadillos, cocadas, aliados, higos rellenos con arequipe, manjar de leche, toronjas azucaradas… son solo algunos de los dulces y conservas típicos del Táchira, una tradición propia de los Andes que también se ha visto afectada con la crisis hiperinflacionaria. En Lobatera, Zulay Pernía es la única vendedora que queda, miembro de este legado.

Estos dulces típicos se quedaron sin compradores. (Foto: J. J. Contreras)

Carmen Zulay Pernía Becerra, oriunda de Táriba, municipio Cárdenas, tiene 44 años vendiendo dulces típicos de esta tierra. Durante más de 30 años ha residido en Lobatera, y sigue en pie con la tradición de su familia, ya que en el pueblo queda ella sola al frente de esta tradición.

Dificultad amarga

Al lado del jardín de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá queda el establecimiento de Zulay Pernía, donde mayormente vende conservas y dulces típicos a los viajeros que paran en sus carros por la vía. Pero se están viviendo momentos difíciles.

“Por mucho tiempo no hubo movilidad de transporte, y ahora mismo la hiperinflación afecta todo. Prácticamente, le vendo a la gente que pasa, y eso disminuyó drásticamente; sin embargo, tengo clientes de años, que vienen y me siguen comprando dulces”, explicó Pernía.

La lobaterense de corazón describió que su momento más duro en los últimos menes fue cuando se paró totalmente el transporte, pues no hubo compradores que pasaran por el pueblo; además, el alto costo de la vida hace que la prioridad para muchos hogares no se centre precisamente en degustar un dulce.

Pero Zulay Pernía no claudica, en sus hombros está el poder preservar una tradición que heredó de hombres y mujeres que la precedieron. Ella ha diversificado y, aparte de los dulces andinos, también vende importados e incluyó artesanía. “Con sol o con agua, en las buenas o en las malas, adelante voy”, dijo.

Una vida dulce

Zulay Pernía, notoriamente emocionada, lo recordó: “Empecé a venir desde muy niña a las ferias y fiestas de Lobatera, venía con la familia, con mi prima desde Táriba; allí se vendían los dulces. Se aprovechaban las celebraciones en los pueblos para salir a comercializarlos también”. Con más de 44 años en ese negocio, es actualmente la vendedora más longeva en la típica tradición dulcera tachirense de confitería.

Hace más de cuarenta años, las conservas y los dulces típicos del Táchira se fabricaban en Táriba y en San Cristóbal. Las hermanas de Zulay Pernía también hicieron parte de esa herencia familiar, pero se quedaron en el municipio Cárdenas.

Por décadas, los alrededores de la plaza Bolívar de Lobatera se llenaron con los brillantes colores de los dulces, que degustaban propios y extraños en las ferias y fiestas. El resto del año siempre contó con comercios fijos, como el de Zulay Pernía. “Hace 10 años aún quedaban tres ventas; ahora solo estoy yo”.

Con tesón y constancia, Pernía sacó adelante a su familia y, junto a su esposo, vio crecer airosamente a su descendencia. “Los dulces han sido mi sustento, con ellos levanté a mi familia y les di estudio a mis cuatro hijos. La mayor es licenciada en Educación; el varón es profesional en Recursos Humanos; la tercera hembra es contadora pública, y la menor es abogada. Ellos estudiaron en la Universidad Católica del Táchira; pobremente, pero los pude formar a todos”, mencionó con orgullo.

Zulay Pernía tiene fe en el futuro, y en que la crisis económica va a pasar, siendo el turismo una pieza fundamental de los nuevos procesos que verá el país. “Yo mantengo la esperanza de que todo va a mejorar, para bien de toda Venezuela, actualmente todos estamos llevando de esta situación, especialmente por la pandemia, pero pasará. Le digo a la gente que luche, que siga adelante, por el futuro, especialmente el de los niños”.

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