Gerardo Ramírez, presidente de Fenatev en Táchira, afirmó que los trabajadores venezolanos, especialmente jubilados y pensionados, se sienten engañados por el reciente aumento del ingreso mínimo

Bleima Márquez

A más de 15 días del anuncio dado por el Ejecutivo nacional sobre el incremento del ingreso mínimo integral de los trabajadores de la administración pública venezolana, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fenatev) capítulo Táchira, Gerardo Ramírez, dijo que la clase trabajadora venezolana, especialmente los jubilados y pensionados, se siente engañada y consideran que se trata de un “paquete chileno”.

Según Ramírez, la indignación de los trabajadores del magisterio se fundamenta en un historial de promesas incumplidas y beneficios esfumados. Se recordó el año 2016, cuando la Asamblea Nacional aprobó un cestaticket para pensionados y jubilados equivalente a 40 dólares, un monto «oneroso» para la época, que nunca se materializó de forma efectiva.

Dijo que, posteriormente, en 2022, el Ejecutivo nacional anunció con «bombos y platillos» un bono «reparador y compensatorio» de 10 mil bolívares para jubilados desde el 2018 hasta 2022. Este bono, que en su momento equivalía a 2.224 dólares, hoy no alcanza los 212 dólares y aún no ha sido honrado. «Todavía los pensionados y los jubilados estamos esperando que lo paguen», subrayó el dirigente del Magisterio.

Recalcó que el año pasado, en mayo, el Ejecutivo anunció una tasa impositiva del 9 % a los empresarios para un nuevo fondo de pensionados y jubilados. Asegura que la pregunta persiste entre los afectados: ¿Dónde está ese dinero? Los pensionados y jubilados se sienten en minusvalía. Esperando que se hagan efectivos estos tres supuestos «aumentos».

Bonificación Salarial: Un «Daño Abismal»

Los portavoces de los trabajadores exhortaron a los aspirantes a cargos públicos y al propio Ejecutivo nacional a no «elaborar nuevas leyes», sino a «cumplir con lo que está» establecido en la Constitución Nacional y hacer efectivos los anuncios pasados sobre salarios anclados al petro o al dólar, beneficios que han sido «conquistas logradas durante más de 60 años».

De acuerdo con Ramírez, la reciente insistencia en la bonificación del salario ha sido catalogada no solo como un engaño, sino como un «daño abismal» para los trabajadores venezolanos.

Según los denunciantes, esta política ha «eliminado el salario, eliminaron las bonificaciones, eliminaron las grandes conquistas de los trabajadores», lo que, en la práctica, a su juicio, anula la Ley Orgánica del Trabajo y la Constitución Nacional.

Retención de salarios es un atropello

Para Ramírez, la situación se agrava con la suspensión de salarios a algunos pensionados y jubilados. Recalcó el caso de una profesora de 103 años de edad, nacida en 1923 en el municipio Ayacucho, con más de 30 años de jubilada, a quien se le ha suspendido su salario y por consiguiente el bono. Este acto es considerado por los representantes gremiales como una «violación de lesa humanidad».

Detalló que hay un estimado de mil 200 docentes afectados en el Táchira por suspensiones de salario y acotó que el presidente de la Coalición Intersindical del estado Táchira, Evencio Zenón, conversó con la directora de la Zona Educativa en la entidad, quien le indicó que solo quedaban 20 casos.

Los trabajadores expresaron dudas sobre esta cifra e instaron a solucionar todos los casos, especialmente el de la centenaria profesora. Anunció que en la próxima quincena procurarán hacer una nueva revisión para verificar si la restitución del salario a jubilados, pensionados y trabajadores del Ministerio de Educación se hace efectiva.

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