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“El alcoholismo es una enfermedad crónica, muy frecuente e incurable”

25 de mayo de 2019

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“Muchas veces cuando hay parejas que toman, y los hijos crecen en un hogar donde papá y mamá se emborrachan terminan ellos asumiendo los roles principales para medio ordenar esa familia o terminan perdiéndose también ellos en el alcohol…”

“Es una enfermedad muy frecuente, los siquiatras consideramos que esta patología es sensible a tratamiento, es una enfermedad crónica incurable; pero que una vez que la persona hace conciencia de ella y logra reconocerla, puede emplear diversas técnicas para controlar su obsesión por la bebida y poder restablecer comportamientos que le ayuden a salir de esos estados en los que entra el ser humano”.

Esa obsesión se va volviendo compulsiva, manifiesta la psiquiatra y sicoterapeuta Olga Suárez, quien ha desarrollado una buena parte de su servicio en la salud, apoyando directamente a estos seres humanos cuya pasión por las bebidas alcohólicas los conduce prácticamente a acabar con sus vidas.

En toda persona que frecuenta la bebida sin control se desarrolla un consumo compulsivo y descontrolado del alcohol que le va conduciendo paso a paso a desorganizar su vida, su conducta se pierde en un abismo, se desordena y aparecen las consecuencias de este derroche.

Como psiquiatra atiende personas con trastornos mentales y del comportamiento y el alcoholismo es una enfermedad clasificada dentro de estas perturbaciones.

Olga Suárez, psiquiatra y psicoterapeuta.(Foto/María Teresa Amaya)

La doctora Suárez ha trabajado directamente con la comunidad de Alcohólicos Anónimos en el estado Táchira, específicamente en San Cristóbal. Esta especialista desarrolla su labor en la Clínica de Reposo Mental Virgen de Coromoto que es una institución privada y se encuentra en San Cristóbal en la calle principal que conduce a Barrio Sucre frente al liceo Normal J.A. Román Valecillos.

“Para mí como psiquiatra uno de los recursos más importantes en cuanto a la rehabilitación lo constituyen las comunidades de autoayuda. Alcohólicos Anónimos ha demostrado a través de muchísimas décadas que es una comunidad efectiva. Cuando una persona asiste a estos grupos y practica la filosofía de Alcohólicos Anónimos (A.A.), logra efectivamente resolver su situación”.

La experiencia en su profesión le ha certificado que desde que el paciente asiste a su consulta o llega a esta clínica donde se le desintoxica, se le prepara con paciencia y dedicación para que vuelva a tener una vida normal, recuperada y es en ese momento cuando se incorpora a la persona, hombre o mujer a la comunidad de (A.A.) que es uno de los recursos que el paciente tiene a la mano.

“Las medias tintas no sirven”

Alcohólicos Anónimos es una comunidad internacional donde hombres y mujeres por espacio de 84 años que se cumplen el próximo mes de junio han compartido “su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo. El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida”, así lo define textualmente uno de los libros de esta institución.

Por lo tanto, la especialista Olga Suárez agrega que la derivación del paciente de alcohólicos anónimos es muy importante “usualmente yo no veo pacientes o no mantengo en tratamiento individualmente sin la reincorporación a los grupos pues me parece que son sumamente significativos. Cuando la persona pasa el límite no hay retorno. La solución para el paciente es que practique una abstinencia prolongada aquí las medias tintas no sirven”.

Para que una persona se mantenga sin consumir a lo largo de la vida, existiendo tantos reforzadores positivos sociales a la bebida en una sociedad en donde el alcohol es legal, en donde el alcohol es una sustancia que se usa en todas las actividades de la vida humana, la familia, las reuniones sociales, la invitaciones personales entre otros, es necesario el respaldo de un grupo y los reforzadores positivos para consumir alcohol son muchos.

“El individuo está bombardeado constantemente y a veces obligado socialmente a aceptar una copa de alcohol. El alcohólico tiene que pasar por la aceptación de que tiene un problema de que es alérgico a esa sustancia y que debe abstenerse” dijo.

La comunidad de Alcohólicos Anónimos, le brinda ese apoyo positivo cuando la persona asiste al grupo al que se dirija, constantemente recibe esa claridad que le mantiene su mente atenta de que obviamente tiene que abstenerse de la bebida y no solamente los pasos de autoayuda llevan a la persona a ese conocimiento, sino que le van enseñando a modificar su estilo de vida.

Las personas van adquiriendo valores nuevamente pues la enfermedad del alcoholismo pervierte al ser humano entonces la recuperación tiene que ver con ese cambio de vida en el que la persona vuelve a ser un ser humano noble es como volverse a reinventar.

María Teresa Amaya

Silenciosamente se apodera

-La persona no se da cuenta. Se establecen como ciertos mecanismos psicológicos que le impiden reconocer lo que está pasando.

-Aparecen los problemas algunas personas caen presas por algún conflicto ocasionado por la bebida, cuando ya las consecuencias son irremediables.

– Después de muchos problemas en algunos casos las personas logran vislumbrar o comprender que es lo que pasa, es allí cuando caen en cuenta que si les enseñan cómo pueden lograr salir y resolver la situación pueden activarse en lo que se llama: tratamiento o proceso de rehabilitación.

– Las personas que se derrumban en el hábito permanente de la bebida alcohólica una vez instalado va creando la condición de dependencia tanto física como psicológica.

– Entender la vida de una persona que consume, no enjuiciarla, no señalarla, sino posibilitarla decirle eso que tú tienes le pasa a otras personas y es posible el tratamiento.

– El programa de A.A. es “mágico”, manifiesta la doctora Olga Suárez porque no solamente le ayuda a la persona a mantenerse alerta para no consumir, sino que constantemente le ayuda a la persona a trabajar sus defectos de carácter y su personalidad alcohólica.