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23 de noviembre de 2024
«No aspirábamos a que este gobierno aumentara el salario a un nivel que permita cubrir las necesidades básicas de los trabajadores, porque sabemos que es un concepto político que quebró a Venezuela, pero este incremento salarial se convierte en un porcentaje mayor de miseria y pobreza”, declaró Alberto Maldonado, presidente de Fetratáchira.
Aseveró que los trabajadores no tienen una convención colectiva y tampoco poseen implementos de seguridad social. “Las empresas están quebradas. Siete millones de trabajadores de la Administración pública se encuentran completamente arruinados; no hay forma ni manera de que los trabajadores tengan alguna esperanza en que el sistema de gobierno pueda ajustar o incrementar un porcentaje de salario que les permita alcanzar, por lo menos, un porcentaje de la Canasta Alimentaria”, sentenció.
“El aumento que hace el ministro del Trabajo por orden de Nicolás Maduro, lo que trae como consecuencia es mayor inflación, que se come lo poco que aumentan”, dijo Maldonado.
Estimó que un dólar, en este mes de mayo, llegará a cuatro millones y medio o cinco millones de bolívares, y eso va a representar menos de dos dólares de salario mínimo, o sea que los cuatro millones y medio de pensionados y jubilados, cuando vayan a cobrar los siete millones del ajuste salarial, ya solo serán dos dólares o menos.
“La inflación ha generado que el dólar se trague cualquier ajuste salarial y, por tal motivo, no existe posibilidad alguna que los trabajadores tengamos alguna esperanza de aumento, la firma de un contrato colectivo o mejora de las condiciones económicas de los trabajadores”, advirtió.
Cuando la empresa privada ve que el Gobierno hace un ajuste de siete millones de bolívares, no entiende, pues sabe que aquí hay empresas de vigilancia pagando 115 millones de bolívares y otros trabajadores ganan hasta 70 u 80 dólares mensuales.
“Este aumento es una burla a los cientos de miles de trabajadores que hoy todavía pertenecen a la Administración pública; ya no se aplica a la administración privada porque hace rato que pasó por este ajuste”, manifestó al reiterar que para los médicos, enfermeros, maestros, policías, alguaciles, “no significa absolutamente nada”.
Dijo que la Federación de Trabajadores del estado Táchira y la CTV no tenían esperanzan en este ajuste de salario, aun cuando es el 300 %.
—Este porcentaje, en cualquier país del mundo, es alarmante, porque lo máximo que se puede solicitar es el 10 %, pero la inflación es de 2,5 anual; entonces, cuando se pide el 10 % de aumento de salario y la inflación es de 2.5, se tiene una ganancia de 7.5 % sobre el salario, que permite mejorar las condiciones de vida— dijo.
Contrario a lo que sucede en Venezuela, donde aumentan 300 %, pero se empobrece en 2.000 %, o sea, el incremento lo que hace es empobrecer diez veces más a los trabajadores que dependen de la Administración pública, pues es el salario más bajo del mundo, seis veces por debajo del de Cuba, 20 veces menor que el de Haití y 40 veces por debajo de Nicaragua, finalizó Maldonado.
Nancy Porras
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