Regional
El Hiranzo, en Táriba, se parte en dos
miércoles 20 agosto, 2025
Un derrumbe provocado, al parecer, por fallas en el sistema de aguas servidas y pluviales, sumado a las lluvias torrenciales de la temporada, dejó al menos a 14 familias sin hogar en la parte baja de El Hiranzo. La comunidad espera ayuda de los entes gubernamentales mientras intenta rescatar lo poco que queda. Los residentes aseguran que el desastre era una tragedia anunciada
Bleima Márquez
Una vasta herida se abre en el corazón del barrio El Hiranzo, en Táriba, municipio Cárdenas.
Un deslizamiento de tierra, que los vecinos atribuyen a un sistema de cloacas colapsado y a las constantes lluvias, arrasó con al menos 14 viviendas. La carretera principal, la única vía de acceso para la parte alta del sector, quedó completamente destruida, por lo que más de 1.500 familias, según relatan los vecinos, deben caminar largos trayectos para llegar a sus hogares.
En medio de la emergencia, el equipo de prensa de Diario La Nación fue al lugar y observó de cerca el triste panorama. Propietarios, con picos y palas, intentan recuperar láminas de techo y estructuras de lo que un día fueron sus casas, mientras otros terminan de demoler para evitar un colapso mayor.
El aire, además del polvo, está cargado del insoportable olor de las aguas servidas que ahora corren libremente por la calle, y lo que es peor, afecta a un a comunidad cercana: El Vegón. De acuerdo con los habitantes, la situación no es nueva, es el resultado de un problema, tal vez, ignorado por años.

Belkis Carrero, vecina de la parte baja, explicó que el desastre se debe a una mezcla de aguas servidas, nacientes y aguas pluviales. “Esto se viene presentando desde hace unos dos o tres años. Han venido a arreglar, han hecho como un pañito de agua tibia, pero no se ha dado una solución definitiva”, afirmó con gran preocupación.
Marley Franco, otra afectada, contó lo sucedido en su vivienda: “Todo el frente de mi casa colapsó, se hundió más de dos metros. Las cloacas de la parte alta y media corren por debajo de la calle y en cualquier momento todo va a colapsar”, señaló, y agregó que los vecinos instalaron tuberías provisionales sobre la vía, pero los olores son insoportables y el riesgo de una tragedia mayor es inminente.
El drama humano detrás del lodo
Las viviendas colapsadas en El Hiranzo son ahora historias de vida perdidas, así lo siente Gladys Zambrano, quien narró cómo “la tierra se movió, tembló y partió el piso de su casa”, y la obligó a abandonarla para buscar refugio donde una amiga.
“Esto se deslizó. Se partieron pisos, se partió todo. Yo soy una damnificada de acá”, dijo, con la esperanza de que las autoridades la tomen en cuenta para recibir ayuda.
Otra persona, que prefirió no dar su nombre, compartió el dolor ajeno. “Había una casa donde vivían tres familias y la están desocupando. Un señor se cayó en la escalera y se lastimó la columna por intentar sacar sus cosas. Y la señora de la esquina también está desocupando por el miedo”, contó, muy consternada.
A pesar de la devastación, la comunidad mantiene la fe. Belkis Carrero destacó que una comisión ha conversado con representantes de algunos entes. Algunos viajaron a Caracas para hablar con las autoridades, y están a la espera de una “pronta respuesta”. Sin embargo, el temor es palpable. El colapso en El Hiranzo ya está afectando a la comunidad vecina de El Vegón, donde una laguna de lodo y aguas servidas amenaza con sepultar las casas. Los vecinos advierten que, sin una intervención inmediata, la tragedia podría repetirse, o peor, cobrar vidas.