Raúl Márquez
Este 11 de febrero arriba a 60 años de su fundación, ofreciendo oportunidades a quienes desde otros estados buscan un mejor destino. Aún puede dar mucho, para lo cual se requieren políticas adecuadas y el mejoramiento de servicios públicos fundamentales
Para muchos migrantes internos, el municipio Fernández Feo representa una oportunidad de seguir adelante, en medio de la crisis venezolana de los últimos años. Algunos caminantes han hecho una parada en la ruta y se han quedado en estas comunidades del sur del Táchira.
San Rafael de El Piñal, Naranjales, Chururú, San Lorenzo, entre otras poblaciones de la llamada “Puerta del llano”, son parte de una tierra pujante que por su situación geográfica —limita con Barinas, Apure y es atravesada por la Troncal Cinco— ofrece paisajes de ensueño, una vasta riqueza relacionada con la producción agropecuaria, pesquera, turística, con grandes exponentes de la canta criolla y variedad de disciplinas deportivas que parecen renacer bajo un horizonte ardiente y esperanzador.
Edilberto Rodríguez Quintero, uno de los cronistas de la población, incrustada entre el llano y la montaña, recordó al equipo de Diario La Nación que esta población fue fundada el 11 de febrero de 1962 por Renato Laporta, el Dr. Gabaldón, ministro de Sanidad de la época; Ramón J. Velásquez, Carlos Andrés Pérez; Edilberto Escalante, el gobernador del Táchira de entonces; monseñor Alejandro Fernández Feo, obispo de la Diócesis, y autoridades civiles y militares del Táchira, que buscaban una nueva vía que facilitara el tránsito hacia el resto de Venezuela.
Primero fue la parroquia eclesiástica
En este sentido, es importante señalar que un año antes fue establecida la parroquia eclesiástica San Rafael Arcángel, como parte del proceso de evangelización de la Iglesia católica en estos territorios. En efecto, hace 61 años, monseñor Alejandro Fernández Feo y el padre Pío León Hernández fundaron la parroquia San Rafael Arcángel de El Piñal, en la zona sur del estado Táchira.
En la época actual, gracias al trabajo que lleva a cabo el padre Jhonny Arias, y con el aporte de las comunidades, se creó el Banco de Suero Antiofídico, el cual ha apoyado a más de 40 familias en lo que respecta a facilitarles el antídoto para los accidentes de mordeduras de serpiente que se registran en estos sectores. Posteriormente, estas pueden ir cancelando los kits, de acuerdo con sus posibilidades.
Una potencia deportiva y cultural
Otro aspecto que es preciso resaltar tiene que ver con las potencialidades de la jurisdicción, en cuanto al ámbito deportivo y cultural. Y es que en este caso, habría que rememorar la alegría de los amantes del fútbol, cuando el Unión Atlético El Piñal hacía vibrar la pasión por el deporte rey, quedando campeón de la tercera división.
Actualmente, atletas en diversas disciplinas dejan en alto el gentilicio fernandense. Tal es el caso de la pedalista nacida en El Piñal, Lilibeth Chacón, quien fue catalogada como la ciclista del año por la FVC y ha actuado en diversas partes del mundo.
En los pasados Juegos Nacionales, atletas del sur del Táchira representaron a la entidad en diversas disciplinas, como el softbol femenino, el voleibol, entre otras. Asimismo, el fitness, el ciclismo de montaña, el atletismo, el voleibol, la caminata, han tomado un auge importante en los últimos años.
En lo que respecta a la cultura, desde el poeta Jairo Chacón, Ricardo Leal, Guillermo Negro, hasta Carlos Niño y muchos más, constituyen un semillero importante de cantautores del arpa, cuatro y maracas, que han enaltecido y enaltecen el sentir de estos paisajes y su gente.
Fallas eléctricas y escasez de agua
Estas potencialidades, junto con las riquezas turísticas, los afluentes hídricos y contar con un aeropuerto internacional, quedan solapadas frente a una serie de problemáticas que vienen golpeando a la población. En este particular, vecinos abordados por La Nación coinciden en que, entre los más significativos, estaría la escasez de agua en algunos sectores, cuyos acueductos requieren de grandes inversiones para satisfacer la demanda.
Por otra parte, las fallas y bloques de racionamientos eléctricos, que por varias horas se aplican a la jurisdicción, y el hecho de que no se atienda de manera constante en la estación de servicio de Marayarí a gran parte de la población, que, a pesar de todo, sigue luchando por sacar adelante sus emprendimientos y cosechas.
Con el fin de generar soluciones, se han llevado a cabo reuniones por parte de la alcaldía y los consejos comunales, en las que se han definido acciones como, por ejemplo, la creación de una Mesa Técnica de Agua; sin embargo, los habitantes del sur del Táchira claman para que se concreten las ideas en la realidad, lo antes posible.