Regional
El rey de España recibe a Pedro Sánchez para encargarle formar un nuevo gobierno
6 de junio de 2019
El presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, será recibido este jueves por el rey de España quien debe encargarle formar un nuevo gabinete, una tarea que lo forzará a negociar con una multitud de fuerzas políticas.
Su investidura, que podría tener lugar a principios de julio, se da por sentada, toda vez que ningún jefe de un partido rival cuenta con votos suficientes para intentar lograr la confianza del Congreso de los Diputados.
A su derecha, los conservadores del Partido Popular, los liberales de Ciudadanos y la extrema derecha de Vox se resignan a estar en la oposición, pero prometiendo desde allí complicarle la vida.
El rey Felipe VI, quien desde el miércoles ha recibido en el palacio real a los representantes de los partidos de la Cámara Baja, cierra las consultas a partir de las 18h00 (16h00 GMT) con la cita con Pedro Sánchez.
En tanto que secretario general del Partido Socialista (PSOE), vencedor de las legislativas pasadas con 123 diputados sobre 350, el líder de 47 años debe ser designado candidato a la presidencia del gobierno.
«Se beneficia de que tiene una oposición muy fragmentada frente a él, que no puede articular una mayoría de gobierno diferente», explica a la AFP Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.
Pero sin detentar una mayoría, el PSOE tendrá que negociar con otras fuerzas políticas en un contexto muy fraccionado: 17 partidos están representados en la cámara.
La coalición de izquierda radical Unidas Podemos, con 42 diputados, está dispuesta a darle sus votos pero a cambio de entrar en el gobierno.
El PSOE se muestra reticente ante esta propuesta, prefiriendo un gobierno minoritario que busque apoyos caso por caso.
De todas maneras, para alcanzar una mayoría simple de diputados que le permita ser elegido en una segunda votación, Sánchez necesita el apoyo de varios partidos regionalistas, aunque intentará evitar el respaldo de separatistas catalanes y vascos que lo hagan blanco de acusaciones de liquidar la unidad de España.
«La fragmentación hace que el gobierno vaya a tener que pelear cada apoyo», comenta Pablo Simón.
Y a dos semanas de celebrarse las elecciones municipales y regionales, ya están en marcha las negociaciones para formar gobiernos en las regiones – que podrían condicionar los apoyos en la Cámara Baja- o en ayuntamientos de grandes ciudades como Madrid o Barcelona.
– Un mandato complicado –
Una vez superada la investidura, los problemas para Pedro Sánchez no habrán terminado: además de la férrea oposición de la derecha, el espinoso asunto del independentismo catalán promete envenenar su mandato de cuatro años.
Fuertes condenas en otoño contra doce dirigentes independentistas juzgados en el Tribunal Supremo por la fracasada secesión de España en octubre de 2017 podrían endurecer aún más la posición de los separatistas catalanes.
«El clima es difícil, porque el juicio está distorsionándolo todo», estima Pablo Simón. Desde que comenzó el proceso, los separatistas que gobiernan Cataluña multiplican sus gestos de desafío frente a los socialistas.
Ellos precipitaron la convocatoria de elecciones anticipadas cuando hicieron caer los presupuestos del Estado y a mediados de mayo bloquearon la elección en la presidencia del Senado de un catalán cercano a Sánchez.
Cuatro de los separatistas en prisión provisional fueron elegidos como diputados en las legislativas, aunque luego suspendidos por la mesa de la cámara.
Los diputados separatistas suspendidos podrían dejar su lugar a sus suplentes, sumando cuatro votos a sus filas. Una posibilidad que complicaría aún más la adopción de leyes, entre ellas la del presupuesto 2019, aún en el aire.
AFP