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23 de abril de 2024
Los rituales de despedida han cambiado, notablemente, para los fallecidos por covid-19 y también por otras patologías
Omaira Labrador M.
Fotos: Johnny Parra
Al lado derecho, de la entrada al Cementerio Municipal de San Cristóbal, en un terreno de 200 metros cuadrados están las fosas municipales. Allí sepultan a las personas de menores recursos o sin familias que reclamen los cuerpos.
En ese espacio de 200 metros cuadrados, hasta este lunes 14 de septiembre, han ubicado en sepelios, de unos 15 minutos, 18 urnas. La número 19 fue dejada en el mismo cementerio, pero en una fosa familiar, en otro lugar.
13 hombres y 6 mujeres. La mayoría no tienen, aún, cruz que los identifique, pero todos han muerto en los últimos meses. 18 están en las reservas municipales, del camposanto que regenta la Alcaldía de San Cristóbal.
Los fallecidos, tienen en común que en sus actas de defunción, en el motivo de la muerte, está escrita la palabra: covid-19 o sospechoso de covid. Por los menos 18 de esos muertos también estuvieron unidos por la falta de recursos. Sus deudos no pueden pagar entierros de alto costo.
Las 6 mujeres y 13 hombres forman parte de las estadísticas fatales de la pandemia en el estado Táchira. Según el parte oficial, los fallecidos en este estado fronterizo se ubican en 52.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que desde su aparición el nuevo coronavirus ha provocado más de 921.097 muertos en el mundo.
Aunque la recomendación de las autoridades, es cremar a los muertos por la covid-19, en este proceso priva la parte económica y hasta las creencias de los familiares y los fallecidos.
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Rene Pérez, con el cargo de administrador del Cementerio de San Cristóbal, señala que la parte económica, a la hora de cremar o sepultar un cadáver es un elemento vital.
De los 19 sepultados en el campo municipal, la mayoría son de escasos recursos y la familia solo gasta en la urna y en parte de la funeraria.
Un ataúd, de los más sencillos, pudiera estar por los 300 mil pesos. Una cremación por los 500 mil pesos como mínimo.
Es más costosa la cremación. Por eso se hacen los entierros municipales. El familiar solo debe costear la urna.
Si el cuerpo se crema deben pagar alrededor de 500 mil pesos. En la primera opción solo se paga el cajón, la segunda acarrea más gastos.
Si la familia del fallecido no cuenta con dinero o la persona no es reclamada por familiares, es llevada de la morgue del Hospital Central en las bolsas mortuorias.
Un hombre, identificado como el del Zulia, no fue reclamado por familiares al morir por covid-19 y fue sepultado en bolsas.
Cambio de horario en el cementerio
Durante los 183 días de cuarentena los trabajadores del Camposanto Municipal no han descansado. Al contrario el trabajo ha aumentado. También ha cambiado por los protocolos al efectuar las sepulturas.
__Yo diría que antes de la pandemia todo era más normal. Los tachirenses tenemos nuestra forma de velar a nuestros muertos, de hacer los velorios. Pero con el coronavirus ahora todo se hace con más tensión__ comenta Rene Pérez, sin queja alguna.
El principal cambio en el Cementerio Municipal, es que los muertos por covid-19 se deben enterrar, con las puertas cerradas y sin presencia de personas, salvo los encargados de la sepultura con su debida protección.
Las personas que va a ser sepultadas en las fosas municipales, por lo general lo hacen entre 1 y 2 de la tarde. Disponen que se cierren sus puertas y el proceso se hace en unos 15 minutos, a lo máximo.
Quienes mueren por otras patologías son sepultados en horas de la mañana.
__¿No les da temor a los sepultureros el proceso de los muertos por covid-19?.
__Para ser sincero sí. De hecho los muchachos –los sepultureros –la primera vez que debieron enterrar a un fallecido por coronavirus, estaban un poco nervioso. Hasta dijeron que ellos no querían trabajar más, que la gente los vio en la prensa y les dijeron que estaban contagiados. Tenían temor. Pero el director de Protección Civil San Cristóbal Ronald Zerpa, vino habló con ellos, les dio las explicaciones, los muchachos quedaron tranquilos__relata con precisión el administrador del Cementerio Municipal.
Actualmente en la semana se entierran este este lugar entre 7 y 8 personas. Estima Rene Pérez que la cantidad no ha aumentado en relación a los tiempos sin pandemia, pero sí el protocolo y horarios de la sepultura.
La Alcaldía por orden del Gobierno Nacional, busca un terreno para los muertos por covid-19. Mientras se encuentra, en el Cementerio Municipal hay espacio aún, para quienes no cremen. En otros municipios como Cárdenas, también han sepultados a personas que han caído víctimas de la pandemia.
Los tachirenses acostumbrados a velar, a veces hasta por dos días, a las personas que han partido del plano terrenal, les cuesta tener velorios express y entierros rápidos.
De la pandemia el rostro más triste es la muerte, sin lugar a dudas.
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