Freddy Omar Durán
La Navidad no da tregua a los bolsillos de los tachirenses, algo que se comprueba en una compra tan esencial como lo es la de los víveres.
La cebolla junca y cabezona, el pimentón, entre otros ingredientes propios de las hallacas, han sufrido los aumentos propios de la temporada; pero los consumidores opinan que ya este año han llegado a cifras récord.
—Ni en los primeros días de la cuarentena los costos de las verduras se han puesto tan altos, y lo peor es que si se mantienen así, en enero no nos va a alcanzar con lo poco que ganamos. Esto no lo controla nadie— afirmó Miriam Rodríguez, ama de casa que apenas si salió de un abasto de Zorca- Piedecuesta con una bolsita de cada cosa.
Los tres mil pesos parecen ser el mínimo para productos como la papa, la cebolla junca y el tomate. Ni la yuca, con el bulto a 50 mil pesos, se ha condolido de los presupuestos familiares, por lo que al menudeo se ofrece a 2 mil pesos el kilo. La cebolla cabezona y el plátano rondan los 2 mil quinientos pesos.
El boom de la venta de verduras y víveres, durante la pandemia, ya ha ido descendiendo, con menos puestos ambulantes, que reportaron que el negocio ya no cubre el agotador esfuerzo e inversión que implica.
—Las ventas han estado esta semana duras, y sabemos que la gente se abstiene, cuando suben los precios, de comprar grandes cantidades, pero no podemos perder, nos ajustamos a los precios que vienen de los mayoristas— declaró Vicente García, vendedor ambulante.
Por el lado de las carnes, menos pintan bien sus precios, pues la de res sigue cuesta arriba y hasta 17 mil pesos están pidiendo por la de mejor calidad, y el pollo se oferta en alrededor de los 12 mil pesos el kilo.