La vía para ingresar a Palo Gordo se encuentra destrozada desde la zona industrial de Paramillo. Urge su recuperación”.
Bleima Márquez / @bleimamr
Ese es el clamor de los habitantes y usuarios de las calles y carretera de Palo Gordo, municipio Cárdenas, quienes aseguran que desde hace muchos años padecen por la pésima condición de la vialidad. La situación ha empeorado por un bote de agua proveniente de una boca de visita, que casualmente amaneció seco este viernes, 18 de febrero.
“El agua estaba prácticamente permanente y ayuda a destruir la capa asfáltica, que de por sí ya tenía múltiples huecos”, comentó Iván Solarte, vecino del lugar, quien apuntó que probablemente se trataba de aguas servidas.
Según los afectados, el bote de agua estaba en la avenida principal de la zona industrial de Paramillo, a nivel de Pellizzari, casi a la entrada de Palo Gordo. “Eso ya tenía mucho tiempo. Incluso el alcalde anterior, en época de elecciones tapó el hueco, pero, imagino yo, no solventó alguna filtración. El hecho es que con el pasar de las semanas el concreto empeoró”, comentó Solarte y explicó que las aguas circulaban hacia la vía de Palo Gordo y se agravó el estado de esa arteria.
Aseguró que los conductores deben orillarse hacia la montaña, donde hay derrumbes, o pasar al canal de contravía, acción que puede ocasionar un accidente. “Podrían colisionar dos vehículos de frente o con motos, porque abarca casi todo el ancho de un canal de la carretera”, dijo el vecino.
Más arriba de la entrada a Palo Gordo queda otro tramo reportado por los usuarios, que, afirman, es de larga data. “La misma gente de las comunidades adyacentes ha venido tapando. Han colocado granzón, pero vuelve a dañarse. Lo lógico es un bacheo con asfalto caliente. Es una falla constante que está allí”, comentaron.
Los vecinos alertaron que ya no se trata solamente del daño que pueden sufrir los vehículos que transitan por la zona. La situación se complica porque los carros deben subirse a las aceras para evitar los huecos y los vehículos, al entrar a Palo Gordo, se ven obligados a saltar al otro lado de la vía. “Eso también es un peligro para los peatones”, recalcaron.
Los residentes de Palo Gordo aseguran que el sector referido no es el único con las vías deterioradas, La Toica, la cuesta La Molina, la carretera Trasandina para llegar a Las Vegas de Táriba, están intransitables. “Estas comunidades se encuentran en las mismas o peores condiciones”, indicaron.
Recalcaron que la entrada a Zapatoca es otra de las zonas que están en pésimas condiciones. Los lugareños aseguran que los cráteres son inmensos. “Por donde quiera que se metan en Palo Gordo, la vía está arruinada”, insistieron y agregaron que son incontables los vehículos que han sufrido daños en el tren delantero, cauchos, amortiguadores y muchos desperfectos más.
Sin alumbrado público
Otro de los problemas que angustian a los habitantes de Palo Gordo es la ausencia de alumbrado público, especialmente en las entradas de Zapatoca y Palo Gordo. “Las calles no tienen nada de iluminación. Están totalmente a oscuras”, destacaron y denunciaron que desde Las Vegas, donde está un reconocido supermercado, la cuesta de La Molina y El Trapiche, llegando a Palo Gordo, está sin alumbrado público y los delincuentes, aprovechándose de esa condición vulnerable, roban. Eso es constante, en especial en horas nocturnas, cuando la oscuridad les da ventaja. “La carretera está mala, los vehículos deben avanzar lentamente, es una vía desolada. Entonces, las personas que pasan por allí son robadas, casi de seguro”, lamentaron.
Los habitantes y personas que por trabajo u otra razón deben transitar por los sectores que conforman Palo Gordo, se sienten vulnerables y abandonados. “Pareciera que Palo Gordo, por estar entre los municipios San Cristóbal y Cárdenas, no tuviera dolientes. Solo sus habitantes, es por ello que si el alcalde de San Cristóbal y la alcaldesa de Cárdenas no tienen la disposición de arreglar las vías que son de su competencia, se requiere la intervención del gobernador. No importa quién sea, pero urge que se ocupen, por favor”, suplicaron finalmente.