Regional
En 6 semanas repararon falla de borde entre El Mirador y Puente Real
28 de agosto de 2021
Una falla de vieja data ubicada sobre la carretera entre El Mirador y el elevado de Puente Real, en la entrada de San Cristóbal, frente al yacimiento natural de arcilla, ha recibido un tratamiento en profundidad a cargo del Protectorado del Táchira, con el propósito de sellar por fin un peligro que afortunadamente no ha traído pérdidas humanas, pero sí delicados accidentes vehiculares.
Freddy Omar Durán
Una falla de borde que amenazaba la movilidad de vehículos y personas en el acceso a San Cristóbal, entre El Mirador y el elevado de Puente Real, frente a un yacimiento de arcilla, en más o menos seis semanas fue reparado gracias al trabajo del equipo de ingenieros y obreros del Protectorado del Táchira, procurando una solución definitiva al deterioro vial.
Era un hundimiento de vieja data, de alrededor de 30 metros, de años apenas reparado con todo tipo de relleno superficial, que cedía con facilidad y dejaba a los conductores que por allí pasaban expuestos a un peligro que, si bien no causó pérdidas humanas, sí pérdidas materiales y más de un herido a ser atendido en emergencias hospitalarias.
Según reportó el ingeniero José Luis Peña, encargado de la obra, la solución fue la instalación de un suelo reforzado de 1.500 metros cúbicos, que requirió maquinaria pesada y estudios del terreno especiales. Para ello se excavó hasta encontrar una base firme, a partir de la cual ir levantando por capas y se fue compactando el relleno, hasta lograr estar al nivel de la carretera.
Al otro lado de la carretera también se reparó una canal, de alrededor de dos metros, dispuesta inicialmente para acoger las aguas pluviales que destruyen la carretera, y que requería mantenimiento para seguir ejerciendo sus funciones.
—La falla se produjo por filtración de aguas fluviales, ya estamos llegando a ras de la vía y faltaría colocar las aceras, los brocales y la cuneta. Trabajábamos sábados y domingos, para habilitar la vía lo antes posible. Ya se ha venido abriendo el paso provisional. Hemos tenido aquí alrededor de 14 obreros y 20 personas, contribuyendo de manera indirecta. Se ha utilizado un Jumbo 330, una retroexcavadora 320 y 20 camiones se encargaron del traslado del material, afirmó Peña.
Trabajo de geotécnica
El ingeniero Alejandro Sequera asumió lo correspondiente a la geotécnica del suelo, que dio la pista de cómo la obra debería ser asumida.
—Tuvimos que extraer las arcillas, hasta dar con la limonita, un material más firme, y a partir de ahí comenzamos a construir un muro geotextil, que consta de capas de alrededor de 20 centímetros de espesor, hasta llegar a la altura máxima, que eran cuatro metros. Lo más crítico ha sido el agua que aquí se acumula, para la cual se han construido unos subdrenajes debajo del muro y que funcionan perfectamente. Evitando el agua, evitamos la compresión del material. La obra fue construida con bases técnicas para garantizar su durabilidad— explicó Sequera.
También se ha contado con el apoyo de Politáchira para el control del tráfico de vehículos, y para prevención de los conductores se instaló la respectiva señalética. Aunque se hizo inevitable el congestionamiento sobre una vía altamente recorrida, sobre todo en horas picos, se espera que, ya la obra terminada, el flujo vehicular sea más holgado en unos cuantos días.
A partir de los trabajos se espera que el gasoducto aéreo de la alfarería sea librado del riesgo de derrumbe, al ser acoplado al muro.
Reactivar el alumbrado
Un detalle pendiente tiene que ver con la reactivación de la iluminación del lugar, pues en la noche la oscuridad es un peligro para los viajeros; pero la responsabilidad al respecto recae en la empresa estatal Corpoelec.
El equipo que aquí laboró espera las órdenes para el traslado a El Corozo, donde obras similares están pendientes.
Testimonios
José Colmenares es una de las tantas personas que hacen vida comercial en este sector de la vía, ya sea vendiendo víveres o aceites para motor, y ha sido testigo de los momentos de riesgos vividos por muchos conductores de automóviles y motocicletas.
—Eso lo han reparado como tres veces, pero ahora veo que están haciéndolo bien, anteriormente le echaban tierra encima, le tiraban asfalto y ya, igualito, se seguía hundiendo. Ahora es más a fondo. Yo vi carros que pasaban derecho por el barranco, afortunadamente sin fallecidos: hace poco fue una camioneta. Dos motos chocaron de frente, cuando una intentó esquivar un carro; a uno de los heridos se le partió el hueso de la pierna en tres pedazos. Eso fue como hace 3 meses, contó Colmenares.
El señor Colmenares aspira a que lo realizado dure, pues un poco más abajo hay el ejemplo de un muro de contención, ya levantado años atrás, en plena curva frente a la alfarería, que se ha desprendido y deja al descubierto un peligroso socavón.