Las malas condiciones de un tubo de 4 pulgadas que lleva agua potable a Zorca colapsó el sistema de cloacas. El terreno está cediendo y con ello, la destrucción de las calles y casas. Además, el riesgo de un deslave con trágicas consecuencias es latente
Bleima Márquez
Angustiados se encuentran los habitantes de Altavista, parte alta, en Tucapé, municipio Cárdenas, ante los deslizamientos de tierra generados por una tubería de cuatro pulgadas de agua potable que presenta múltiples rupturas y atraviesa el sector para surtir de este servicio básico a los residentes de Zorca.
Según los vecinos, los tubos «se encuentran destruidos» y constituyen un riesgo para los residentes de esa comunidad y de otros sectores como Zorca, Pie de Cuesta y El Mirador.
El censo indica que hay 97 viviendas afectadas, que suman unos 350 habitantes, pero, alertan los vecinos que de avanzar el problema las consecuencias podrían ser dramáticas. Una tragedia, porque otras poblaciones también sufrirían.
Ángel Medina, habitante de esa localidad, conversó con el equipo de prensa de Yo Reporto a La Nación y explicó que producto de las filtraciones de aguas blancas el terreno cedió y ese movimiento hizo colapsar el sistema de cloacas. Las aguas servidas corren libremente, ocasionando grandes daños.
«A lo que se mueve el terreno, se mueve la tubería que está a dos metros de profundidad», afirmó Medina y agregó que se pierde la conexión entre el mismo sistema.
Explicó que desde hace tres años padecen esa grave situación, cuyas consecuencias pueden ser catastróficas porque no solamente causa deslizamientos y hundimientos de calles y regresivas; también es la razón de los destrozos en muchas casas, y daños generales en el colector de aguas servidas.
Los vecinos aseguran que han hecho diferentes diligencias ante los organismos competentes, pero no han tenido respuestas favorables para evitar ‘cuanto antes’ daños mayores a esa comunidad y a otras cercanas.
Temen una tragedia
Esta situación también perjudica a Zorca, Pie de Cuesta, El Mirador, entre otras comunidades aledañas porque la amenaza es que se registre un deslave como sucedió en Vargas -ahora estado La Guaira- o en Tejerías, estado Aragua.
Los deslizamientos y daños en las viviendas y en las calles de esa comunidad pueden apreciarse a simple vista; al igual que el agua de cloacas que corre libremente y la separación de la tubería de su sitio de origen con las bocas de visita. Los lugareños mostraron que no hay conexión adecuada.
Medina insistió en que el riesgo es inminente y muy preocupante: «En Tucapé, sector Altavista es donde nace el problema que va a afectar a las comunidades mencionadas. A las calles de Zorca, Pie de Cuesta, El Mirador, a todas esas zonas, llegan las aguas del sector Altavista. Las cloacas de nuestra comunidad también llegan allá».
Reiteró que los terrenos son arcillas expansivas y en el verano se forman ciertas grietas con profundidad de dos a tres metros. Cuando pasan las aguas servidas o llueve, esas grietas colapsan y se presentan los deslizamientos. Recordaron que hace algunos años hubo un deslave en Zorca que casi tumba la estructura de la iglesia de ese poblado.
Todo se desploma
Ángel Medina, junto a Enrique Escalante, Guillermo López, Tonny Escalante y María Guerrero, entre un nutrido grupo de vecinos, narraron que ningún organismo ha dado respuesta convincente ni demostrado preocupación por la amenaza en que vive tanta gente.
«Exigimos a las autoridades de Hidrosuroeste y de la alcaldía que nos visiten en el sector y verifiquen ese grave daño que está ocasionando el destrozo de regresivas, calles, y especialmente del patrimonio de nuestros habitantes, como son las casas que tanto nos han costado. Es el esfuerzo de nuestras vidas. Verdaderamente es una grave situación que estamos padeciendo nosotros los habitantes del sector», expresó Medina.
Enrique Escalante, propietario de una de las casas con mayor afectación por el colapso del sistema de cloacas, dijo que durante la noche, cuando todo está en silencio, escucha un ruido como si algo cayera en el techo. Es el movimiento de la tierra cuando se desplaza.
«Todos los días se mueve», indicó, y añadió que también oye “un chorrito”.
El terreno se corre todos los días
Escalante indicó que «aunque no está lloviendo, el terreno sigue corriendo todos los días». Lo comprobó con unos objetos que dejó pegados a la pared y en menos de una semana se habían corrido.
«Eso es una bomba de tiempo que tenemos allá. Dios no lo quiera, ahorita viene el tiempo de lluvia, y esos son terrenos en forma de terrazas, y mientras más bajitos más presión del agua» refirió, y explicó que la tierra está agrietada, y si por ahí meten una vara, pasa de dos metros de profundidad fácilmente y siempre sale mojada.
Contaminación
Resaltan los lugareños que las aguas servidas que corren libremente no solamente provocan la inestabilidad del lugar, también producen un foco de contaminación ambiental que pone en peligro la salud de los habitantes. Incluso, aseveran que ya algunas personas han sufrido enfermedades respiratorias y de piel.
Aseguran que durante el día y la noche emanan olores nauseabundos y la presencia de insectos hace desagradable el lugar.
Comenzó por la tubería de 4 pulgadas
A juicio de los pobladores, todos los problemas que padecen actualmente relacionados con los deslizamientos y el agua servida son producto de las filtraciones de agua potable proveniente de un tubo de 4 pulgadas que viene del tramo de la autopista San Cristóbal-La Fría, pasa por la parte alta de Tucapé, sector Altavista, y continúa hasta surtir de este líquido a los moradores de Zorca, desde donde han manifestado preocupación por esta situación.
«Diariamente viene gente de Zorca para ver cómo está nuestra comunidad. El miedo no los deja vivir, ni a ellos, ni a nosotros», exclamó una señora que no dio su nombre.
Medina detalló que la tubería en referencia data de aproximadamente 50 a 70 años, por lo que suponen que ya dio su tiempo útil. Deduce que ese es el motivo que originó el desastre.
«Sabemos y entendemos que Hidrosuroeste va constantemente a nuestra comunidad. Arreglan un lugar, sueldan en otro, luego más allá. Se revienta en un lugar, se revienta en otro. Ellos son conocedores de la situación tan grave que ocasiona esa tubería, por lo tanto exigimos que sea reemplazada lo antes posible», precisó Medina.
Escalante precisó que ya están cansados de pasar la información a Hidrosuroeste y a la Alcaldía de Cárdenas para el trabajo correspondiente.
«Desde hace más de un año han venido los concejales y la gente de la alcaldía. Ya es una burla a la comunidad. El director de la alcaldía hace como 15 días vino y nos ofreció la tubería para sustituir las cloacas, pero no apareció más. Ofrecen y ofrecen, y más nada», apuntó Enrique y añadió que los trabajadores de Hidrosuroeste sueldan un punto, y si ven otro más allá, “dicen que debemos hacer una nueva petición para ir».
Escalante también contó que el tubo de cuatro pulgadas de Hidrosuroeste que atraviesa esa parte de Tucapé, El Mirador y Zorca, y llega al tanque de La Horqueta, pasa justamente por el frente de su vivienda, una de las que han sufrido más daños.
La casa de Enrique tiene las paredes partidas al igual que el piso, la fachada se ve desprendida del suelo e inclinada, el portón negro totalmente descuadrado, el piso separado del terreno. Se puede ver un aire entre ambas estructuras. La calle luce como si hubiese pasado un terremoto.
Al ingresar a la casa da la sensación de escalar un cerro muy inclinado porque el concreto del piso está levantado y otras losas inclinadas. La pared que divide la casa del garaje se separó unos cuantos centímetros. Al caminar es difícil mantener el equilibrio. Enrique y su vecino perdieron la cuenta de los remiendos que han hecho para evitar el desplome total.
Prueba de colorantes
Una de las primeras observaciones del equipo de prensa al llegar a Altavista fue un hueco cavado por la misma gente de la comunidad. Ellos explicaron que en ese punto brotaba agua, por lo que decidieron abrir. La tubería estaba aparentemente bien. Hace poco tiempo la habían reparado.
Era necesario detectar el nuevo bote de agua, para ello hacían una prueba de colorantes que consiste en aplicar dos sustancias de diferentes colores que echan en distintos puntos, incluso casas. Una vez encontrado el lugar de la avería, la reparan.
“En virtud de la grave situación, nosotros, organizados como vecinos, nos hemos dado a la tarea de tratar de curar, tratar de sanear, los mayores botes de agua posible que se observen. Producto de que dentro de la misma comunidad hay albañiles, maestros de obras que conocen de la situación, se hacen excavaciones en las orillas de las calles principales para ver en cuáles casas ocurren los drenajes de esas aguas, bien sean potable o servida, mediante la utilización de algunas tintas, y se observa en el agujero que se hace”, detalló Medina.
¿Qué piden?
Tony Escalante, otro de los afectados, enfatizó que la comunidad quiere que la Alcaldía de Cárdenas o Hidrosuroeste -tal vez ambos- y la Gobernación, den solución en cuanto a reemplazar el tubo metálico por uno de plástico o por una manguera: «Quedaron en una inspección de Hidrosuroeste, ya han ido tres o cuatro veces, pero es lo mismo: nunca nos dan respuesta o solución».