La frontera entre Puerto Santander del Norte de Santander y Boca de Grita del Táchira, en la zona norte del estado, era una de las más fáciles de cruzar, cuando los pasos binacionales se han cerrado. Pero desde el día domingo el puente binacional Unión, fue bloqueado con un contenedor, al igual que los de San Antonio y Ureña de tal manera que no hay paso terrestre. Los pobladores tanto del lado venezolano como del colombiano que por su dinámica diaria deben cruzar la frontera lo hacen, pero en canoas que se han convertido en especie de colectivos de ríos que rápidamente trasladan a las personas al vecino país o de allá los traen a Venezuela. Trabajadores, compradores, vendedores, estudiantes, viajeros, enfermos forman parte de quienes día a día cruzan la frontera que pese a estar cerrada continúa viva y el intercambio no se detiene, aunque sí hay disminuido. (Foto/Cortesía)