Regional
“En el primer trimestre del año 2021, la inflación de nuevo superó el 50 %”
5 de abril de 2021
“La inflación superior a 50 % mensual volvió, pese a que en el 2020, algunos meses acumularon 20 o 30 % de inflación mensual, pero esta calma no siguió en el 2021”, apreciación esta que corresponde al economista Aldo Contreras.
En este sentido, argumentó que solamente en enero la inflación fue de 55 %, y en febrero de 50.9 %, ambos meses superaron el 50%, es decir que ya se tiene una inflación acumulada de 134 %, y una inflación anualizada por encima de 4311 %, o sea, de febrero de 2020 a febrero de 2021, lo que da cuenta que la economía venezolana sigue en hiperinflación.
“Este primer trimestre del año no es la excepción, sigue exactamente igual a lo que venía sucediendo en los meses anteriores”, dijo.
Cae el PIB
—Es importante entender -sostuvo- que en la economía venezolana, su Producto Interno Bruto sigue cayendo; si bien es cierto que hay una recuperación en la microeconomía del sector comercio, no obstante, los sectores agrícola, industria y turismo se han visto afectados por la crisis económica y la pandemia que azota al mundo.
Destacó que otro factor a resaltar es el crecimiento de la economía informal, que en las llamadas cuarentenas radicales no ha sufrido ningún estrago.
Comercios abiertos
“Ya es normal que, en tiempo de cuarentena radical, a lo largo de la avenida Carabobo los establecimientos continúen abiertos, igual en barrio Sucre, Pueblo Nuevo, Las Flores, donde de algún modo burlan a los sectores policiales”, subrayó.
Apuntó el economista que en este primer trimestre no se presentó un plan económico para ayudar al empresariado, y sumó que no hay sistemas de auxilios financieros, tampoco créditos, y esto va afectando al empresariado.
“La informalidad ha aumentado. En el caso del Táchira, todos los productos que se venden son colombianos. El paso por las trochas está abierto; la mercancía sigue pasando. En estas economías informales no se factura, no hay pago de impuestos”, indicó el economista.
“Son grandes problemas que se van acrecentando; por ejemplo, en la avenida Carabobo se ha podido contabilizar 41 ventas informales; en la avenida principal de Las Flores hay más de 19 puestos de ventas informales, la semana pasada había 17 y todos venden lo mismo: víveres y otros productos colombianos. No existe control, ni un favorecimiento a la economía formal”, aseveró Contreras.
“Es precisamente la economía formal la que se ve afectada por la pandemia, por el cierre de la frontera, la disminución de las horas de trabajo y por los controles que ejercen los cuerpos policiales, y también por quienes lo cumplen, porque el sector privado usa todas las medidas de seguridad, careta, tapabocas, termómetro, alcohol, desinfección, mientras que en la economía informal esto no se cumple de manera exigente”, dijo.
Consideró como importante que el Estado entienda que el pulmón y la columna vertebral de una economía es el empresariado privado y precisamente, para favorecerle se deber crear unas estrategias eficientes.
Vacunas para el sector privado
La vacuna contra el covid-19 debe ser para el empresariado privado una prioridad, lógicamente luego del sector salud, de las personas en riesgo, adultos mayores, profesores, y más si está dispuesto a pagarla, agregó.
“Este primer trimestre deja complicado al sector agrícola representado en La Grita y El Cobre, en el estado Táchira, ante la escasez inminente de gasoil, pues se está haciendo muy complicado trasladar frutas, verduras y hortalizas al centro y oriente de Venezuela”, expresó.
Declaró que por eso hemos visto que en los supermercados y ferias han caído los precios en más del 50 %, ya que el tomate se cotiza en 800 pesos, y la naranja y el limón bajaron el precio, debido a que hay un exceso de oferta, porque los camiones no pueden trasladarse desde el Táchira hasta otros estados, adonde normalmente viajan.
Merma el poder adquisitivo
Hay que entender también -indicó- que el poder adquisitivo se ha visto mermado, donde febrero mostró una contracción del 30 % de las ventas y en marzo fue de más del 60 %.
Es una economía que ya venía golpeada y en terapia intensiva, dijo, un escenario complicado para el empresariado, sumado a que los costos por bono de transporte han aumentado, ya que el transporte público se encuentra en 1.000 pesos colombianos y en diciembre estaba en 500 pesos colombianos; entonces, el empresariado ha tenido que hacer esfuerzos, y los que tienen transporte propio han tenido que suprimirlo por la escasez de gasoil; la crisis sigue y pareciera que al Estado venezolano no le importa, sigue haciéndose de la vista gorda y no genera planes reales que incentiven al empresariado privado y a la pequeña y mediana empresa.
Nancy Porras