AN aprueba acuerdo que «repudia» intromisión de eurodiputados en asuntos de Venezuela
19 de septiembre de 2024
Los habitantes de La Grita municipio Jáuregui cumplen, como en todos los rincones del estado Táchira con la cuarentena social colectiva decretada por el presidente Nicolás Maduro el pasado domingo 15 de marzo como medida de protección contra la pandemia de coronavirus que ha causado la muerte de más de 15 mil personas en el mundo.
Quienes viven cerca de la basílica del Santo Cristo de La Grita y si las puertas del templo están abiertas, entran y se arrodillan ante su imagen para suplicarle por el control de la pandemia que ataca a toda la humanidad sin distinción alguna.
“El Santo Cristo es nuestro patrono. Todos los días le pido para que ilumine a los científicos y a los médicos del mundo para lograr un medicamento que controle este mal tan bravo que nos ataca. Es una señal de Dios para reflexionar y recapacitar por todas las cosas que están pasando”, expresó Ana Calderón, una educadora jubilada residenciada en el casco central de La Grita, cuando salía del templo.
Se sabe de jornadas de oración en sectores de todo el municipio, rezo del Santo Rosario en familia en muchos hogares y altares internos con la imagen sagrada, testimonios de fe de un pueblo creyente y que confía en el santo milagroso.
En La Grita, como en todo el país, los oficios religiosos han sido suspendidos. La misa se celebra a puerta cerrada.
Para los residentes de esta zona montañosa del estado la rutina es la misma: se levantan temprano y quienes tengan dinero y necesitan algún alimento o medicamento salen de sus hogares directo al punto de compra. Saludan a sus amigos, sin los abrazos o besos de mejilla acostumbrados. Todos han entendido la importancia del uso obligatorio del tapaboca como medida de seguridad, algunos también llevan guantes. Al llegar a casa recuerdan lavarse las manos con agua y jabón.
Hay comida
Los reportes de residentes de La Grita a través de redes sociales indican que en los abastos y supermercados hay víveres, verduras, carnes, quesos y frutas. Hay abastecimiento de comida. Para algunos con precios muy elevados y piden a las autoridades supervisar puntos de venta para que no haya especulación.
El kilo de queso blanco duro se vende en 365 mil bolívares, un kilo de pimentón en 53 mil bolívares, un kilo de apio a 45 mil bolívares, un kilo de yuca a 25 mil bolívares, un kilo de papa a 60 mil bolívares.
Dos frutas, buscadas por todas las personas para consumir vitamina C: limón y naranja se venden a 179 mil bolívares y 97 mil bolívares el kilo, respectivamente.
Este sábado hubo más movimiento de personas buscando verduras. En el sector Las Delicias, en la entrada principal a La Grita, el tradicional mercado pequeño de los sábados no se instaló. Solamente hubo una venta de verduras y otra de pollo beneficiado.
Pasadas las dos de la tarde las calles quedaron nuevamente vacías. Todos se refugiaron en sus casas. Hubo patrullaje policial por los sectores reiterando el llamado a cuarentena social preventiva.
Hasta el momento, de acuerdo con los reportes del Gobierno nacional, en el país se han registrado 113 casos de infectados por coronavirus, dos personas fallecidas y 39 personas recuperadas. El Táchira no aparece en el registro nacional.
Todos guardados
“Aquí en La Grita los vecinos andan todos guardados en sus casas”, responde la periodista Soiré Zambrano consultada sobre la cuarentena. “Claro está, los adultos de la tercera edad son los primeros, pero también los jóvenes y no tan jóvenes, todos cumpliendo la cuarentena social preventiva”, dice.
En la zona, como en todo el estado, la venta de combustible es controlada por el Estado y no han despachado desde hace varias semanas. La disponible es solamente para personal priorizado, generalmente sector salud quienes pueden comprar 20 litros de gasolina.
“Los agricultores, quienes trabajan en el campo con la siembra de las verduras necesitan combustible. Ellos esperan se les considere porque es vital para poder movilizar sus productos cosechados a los puntos de venta al mayor a los ferieros que los llevan a otras zonas del estado”, expresa.
Los gritenses rezan y oran, como todos los venezolanos, porque esta pesadilla pase pronto. Hoy por cierto es el día 13 de la cuarentena.
José Luis Guerrero S.
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