Regional
Enalteció el público a artistas tachirenses en concierto con María Teresa Chacín
20 de diciembre de 2017
“Estamos como en una cápsula”, fue la expresión muy particular del maestro de ceremonia del concierto Martín Trío y un Trabuco en Navidad, el joven Williams Amaya, quien no se equivocó al catalogar con esta frase lo que fue una noche llena de sentimiento, canciones, innovación y entrega en escena.
La calidad musical e interpretativa atrapó al público desde el inicio en esta noche cargada de emociones que no les permitieron a ninguno de los asistentes pensar en otra cosa que no fuera música y sorpresas.
Al escenario con plantas exóticas, San José, la Virgen y el Niño Jesús tallados en madera en cada esquina, con la muestra de imágenes de diversos conciertos de las agrupaciones protagonistas de este evento y los instrumentos en los lugares asignados, uno a uno entraron los integrantes del grupo Trabuco cargados de toda su energía para interpretar el merengue La Parrandura, del prolífico compositor tachirense Julio César Méndez.
Los aplausos se sintieron con un auditorio colmado de gente de todas las edades, quienes emocionados se conectaron de una vez con los artistas. El segundo tema, Manchita, en ritmo orquídea, del joven maestro Rafael Martínez, quien también fue recibido con ovaciones, junto a su compañero de Martín Trío, Cheíto Mendoza, en la percusión.
Rafael Martínez tomó la batuta y entre todos entonaron una gaita de tambora de su autoría, Aguántame a Belén, con el que se acaloró aún más la reunión, seguida de un cha-cha-cha al que denominó Anuncio de Belén.
La originalidad , los arreglos musicales, las letras y el canto con los temas de Martínez entre el virtuosismo de cada músico, los solos y la improvisación con la que demostraron su talento desbordado en la plataforma en la que hicieron fiesta en una noche llena de incesantes emociones.
“Al Padre de la Gaita”, dedicada a Ricardo Aguirre, “Solo Espérame” en ritmo de Onda Nueva y “Parranda de Año Nuevo”, algunas del calendario musical del cuatrista Rafael Martínez, animaron un poco más la tertulia, entre las conversaciones y el humor de sus protagonistas.
De un momento a otro los integrantes de Trabuco y Martín Trío recordaron al maestro Aldemaro Romero, al interpretar De Repente, y en un abrir y cerrar de ojos apareció la cantante venezolana María Teresa Chacín, quien emocionada entonó esta obra que hizo suya y ha sido uno de sus éxitos en ritmo de Onda Nueva.
Saludo al público manifestando su alegría de estar en San Cristóbal y su mensaje para los presentes fue: “Somos primermundistas a través de la música, somos dueños de nuestro porvenir. La Navidad es la esperanza del porvenir. La crisis pasa como ha pasado en el mundo entero, nosotros quedamos y seguimos”.
Se tomó el escenario y cantó el aguinaldo Alegres Cantemos acompañada por Martín Trío y Trabuco, con el apoyo total de los asistentes.
La noche continuó con el arribo a la llamada cápsula de los integrantes de la Cantoría Sofitasa en un lugar privilegiado de la tarima, su director, el maestro Leoncio Ontiveros, siempre dispuesto y sonriente, acompañados de todos los músicos.
El carisma de quienes son parte de esta agrupación coral deslumbró al cantar dos aguinaldos: Luna Decembrina, de Otilio Galindez, y luego Amor de Navidad, de Rafael Martínez.
El escenario se vigorizó cuando se incorporó nuevamente María Teresa Chacín y junto a todas las agrupaciones y con su voz particular, cantó Pregón de Navidad, Camino de Belén y otros aguinaldos que salieron de su corazón en medio de las emociones entre músicos, cantantes y admiradores.
La cumbre del concierto fue representada por una salsa de Martínez, La Amiga Secreta; la sorpresa de María Teresa al querer cantar un Pajarillo que gustó aún más a los presentes y el solo en las maracas, un pequeño espontáneo, el niño Elly Santiago, hijo de Elly Saúl Guerrero, integrante de Trabuco. La animación atinada de Williams Amaya, la organización del concierto y el desborde de estos artistas tachirenses, quienes entregaron su alma para un público exigente que retornó a casa muy satisfecho.
María Teresa Amaya