La bonanza petrolera acaecida en la década de los 70 y los altos precios del producto, produjo en la economía venezolana, una fuerte crisis a propósito del endeudamiento desatado del boom de los hidrocarburos de la época. A medida que arreciaban la caída de los precios comenzó el desarrolloeconómico muy lento, mientras el Estado incrementaba la recaudación y los gastos.Tal situación originó una devaluación de la moneda abismal en 1983. En los gobiernos de Luis Herrera Campíns y Jaime Lusinchi, las políticas económicas no contrarrestaron las espirales inflacionarias desatadas entonces, lo cual ocasionó una serie de efectos contrarios para la economía nacional. Entre ellos se destacaron: desconfianza en los inversionistas, pérdida de credibilidad en la moneda y malestar en la población. Algunas de las medidas creadas y empleadas para frenar lo que se había disparado fueron: controles de cambio mediante Cadivi (el viernes negro) en la administración de Luis Herrera Campíns y controles de precios en el gobierno de Jaime Lusinchi. Estas disposiciones produjeron consecuencias negativas, tales como: corrupción administrativa, mercados negros de divisas y haberes, así como una escasez de productos alimenticios, de bienes y servicios.
La reacción a esa situación no se hizo esperar en los sectores de la sociedad nacional, con los acontecimientos denominados el Caracazo o Sacudón, consistentes en fuertes protestas y disturbios en respuestas a las medidas económicas anunciadas durante el segundo mandato de Carlos AndrésPérez. Esas acciones populares comenzaron el 27 de febrero de 1989 en Guarenas, se extendieron a Caracas y otras ciudades del país. Después de la represión de las autoridades militares y civiles, la declaración del toque de queda y militarización de las ciudades donde había perturbaciones y saqueos, esas manifestaciones violentas culminaron el 8 de marzo del mismo año, con un saldo lamentable de poco mas o menos 300 fallecidos y pérdidas millonarias en bienes.Al iniciar CAP su segundo periodo anuncio un conjunto de medidas económicas liberadoras, tanto en la producción como en los precios, según las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) denominado coloquialmente el “Paquete Económico” o también “ El Gran Viraje”.
Entre las medidas anunciadas contemplaba las siguientes: sometimiento al programa supervisado por el Fondo Monetario Internacional, unificación cambiaria,eliminación de la tasa de cambio preferencial, liberación de las tasas de interés activas y pasivas, incremento no inmediato gradual de las tarifas de los servicios públicos, liberación de los precios de los productos, a excepción de 18 renglones integrantes de la cesta básica, aumento inicial de las tarifas de transporte público en un 30 % , incremento anual en el mercado nacional durante 3 años, de los precios de productos derivados del petróleo, con un inicio promedio del 100 % en el precio de la gasolina, aumento de sueldos en la administración publica entre el 5 y el 30 % e incremento del salario mínimo, eliminación progresiva de los aranceles a la importación, congelación de cargos en la administración pública, determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante y reducción del déficit fiscal a no mas del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Ese rosario de medidas impuestas a los venezolanos, después de haber disfrutado y mal utilizado las recomendaciones para una economía sana, pujante y beneficiosa para el país, vino la reacción enfurecida de un pueblo que empezaba a sufrir los embates de medidas draconianas para su subsistencia. De ahí, el Caracazo fue una más de las consecuencias y agravantes de la inestabilidad política y social que vivía Venezueladurante el inicio de la crisis económica e institucional de ese tiempo.
Ahora veamos y comparemos el vendaval de sufrimientos de la población como consecuencia de la lluvia de medidas coercitivas establecidas casi en la penúltima década del siglo XX, con el chaparrón de calamidades que padecemos ahora los venezolanos por el azote impuesto por el desgobierno de Nicolas Maduro con sus medidas, políticas y procedimientos inadecuados para dirigir acertadamente la economía y la sociedad del otrora gran país Venezuela. Lo padecido ahora es cien veces peor que los sufridos en esa oportunidad. Actualmente todo funciona mal en Venezuela. No existe algo que podamos decir ser la excepción en este mar de desdicha, por eso la paciencia en las personas esta por llegar al borde de la desesperaciones y puede ponerse en práctica la frase arda Troyaante el colmo de los jerarcas del socialismo que solo ven y ansían perpetuarse en el poder, a pesar de la peor crisis en todos los aspectos que soportamos los venezolanos, por culpa del socialismo del siglo XXI, sinónimo de pobreza, hambre, hiperinflación, emigración de mas de 3 millones de compatriotas desabastecimiento a granel de alimentos, medicinas y escasez de servicios como gas, gasolina, así como racionamiento de electricidad y agua. Amen, de un sistema de salud en la carraplanay el colmo de principios de hambruna en la población por los altísimos precios de los diversos productos. Reiteramos a los depredadores de los venezolanos, que cuando el pueblo se arrecha no lo para nadie. Así le ha acaecido a las satrapías en el mundo, cuando el pueblo los quitó del poder omnímodo que usufructuaba en desmedra del pueblo. (Alejo García Sierra) /