Residentes del sector Mata de Caña del barrio La Palmita de Rubio, hacen un llamado de auxilio ante la amenaza de desbordamiento de la quebrada La Capacha
Norma Pérez
El deslizamiento de gran cantidad de tierra que cayó sobre el cauce de la quebrada La Capacha en el sector Mata de Caña del barrio La Palmita de Rubio, mantiene en alerta a los vecinos, ya que el agua no fluye con normalidad y puede desbordarse
Janeth Angarita Torres residente de esta zona en riesgo, explicó que desde hace cuatro días, que se cayó parte del cerro, se encuentran muy preocupados pues las lluvias son constantes, lo que agrava la situación.
“Estamos angustiados pues hubo en enorme deslizamiento de tierra que tapió el cauce de la quebrada La Capacha, poniendo en riesgo a treinta familias; ya que son lluvias constantes, el agua se represa y puede originar un desbordamiento, como ocurrió hace casi tres años.
Explicó que el barranco sigue cediendo, y las casas que están más cerca pueden deslizarse, por lo que están en constante zozobra ante una tragedia inminente.
“En primera instancia hicimos un llamado al alcalde Jackson Carrillo y al concejal Danny Carrillo, quienes indicaron que van a realizar una inspección en el lugar; vino una comisión de la Guardia Nacional de Las Dantas para verificar el daño, y recomendaron que se remueve la tierra con maquinaria. También se apersonaron funcionarios del Cuerpo de Bomberos y nos indicaron que debemos desalojar nuestras casas, pero lamentablemente no tenemos a dónde ir”.
Añadió que los miembros del Consejo Comunal de La Palmita 2, se acercaron hasta el sitio, y dieron a conocer que se habían comunicado con funcionarios de la gobernación del estado Táchira.
“Hasta el momento ningún representante de la alcaldía o la gobernación ha venido a ver la afectación de la zona. Continúan las lluvias fuertes, anoche, el aguacero fue ininterrumpido y ésta es un área de riesgo, donde hace unos pocos años los daños fueron incalculables”.
A esto se suma, que hay árboles de un tamaño considerable que están a punto de caer sobre la quebrada.
“No tenemos respuesta, sigue lloviendo y estamos asustados. Necesitamos con urgencia que nos escuchen y nos ayuden, antes que ocurra una tragedia”.