Regional

Estudiantes de zonas rurales, los más afectados por la nueva modalidad de clases

19 de septiembre de 2020

212 vistas

Para lograr tener conexión a internet, algunos estudiantes debían caminar hasta dos horas para llegar a la escuela y conectarse a la antena que suministraba el servicio en la casa de estudio; sin embargo, desde hace más de un año, las antenas se dañaron


La nueva modalidad de clases anunciada por el Gobierno nacional, para evitar la propagación del covid-19, deja en el limbo a los estudiantes de las zonas rurales del estado Táchira, pues en muchos de los casos, la zona donde se encuentran sus viviendas carece de señal telefónica y mucho menos de conexión a internet.

Belkis Rosales, coordinadora escolar en una de las zonas rurales de Ayacucho, no cuenta con una computadora para mejorar el servicio que presta a sus estudiantes.

Hasta tres horas, los niños de primaria debían caminar desde diferentes caseríos de las aldeas del municipio Ayacucho, para poder recibir clases, siendo hijos de padres dedicados al campo que no tuvieron la oportunidad de estudiar, y la única forma para que sus hijos aprendan es acudiendo a una casa de estudio; pero ahora la nueva modalidad a distancia pone en jaque a los niños, que deben adaptarse a utilizar aparatos tecnológicos y enviar las actividades vía online.

“En algunos casos los padres cuentan con teléfonos inteligentes, pero otros no tienen un celular, ni el dinero para adquirirlo; pero ese no es el problema, allá no hay señal telefónica ni internet, había escuelas que contaban con antenas que suministraban el servicio, pero eso se dañó y nunca lo repararon”, relató una docente de Los Palmares.

Belkis Rosales, docente de primaria desde hace quince años y coordinadora pedagógica, quien maneja una matrícula de 250 niños en una zona rural del municipio Ayacucho, cataloga como difícil la nueva modalidad de estudio, tanto para los estudiantes como para los profesores que laboran en la zona rural de Los Palmares, Pico de Vela, La Popa, Pata de Gallina, entre algunos caseríos que limitan con Colombia.

«Los niños de la zona rural están muy limitados y no porque no tengan las mismas capacidades cognitivas que los de la zona urbana, sino porque algunos de los padres son analfabetas y otros están muy ocupados trabajando para poder llevar el sustento a sus casas; a veces no les brindan la atención necesaria (…) si a ellos les cuesta aprender y alcanzar todas las competencias en la modalidad de clase presencial, ahora imagínense bajo la nueva modalidad, y la comunicación es limitada», lamentó.

Los niños de las aldeas y caseríos se acostumbraron a recibir clases cada día con el apoyo fundamental del docente, pues a diferencia de los infantes criados en la zona urbana, pueden adquirir rápidamente conocimientos por medio de internet, servicio que no existe en las zonas rurales del municipio Ayacucho.

«En la mayoría de los casos, los niños de las zonas rurales no cuentan con las herramientas; de hecho, no tienen computadoras y los que tienen celulares no les da para hacer investigaciones por internet; normalmente, nosotros trabajábamos con ellos cuando es presencial, que todo se desarrolle dentro del aula y las actividades que son para la casa son sencillas, que las puedan ubicar en libros», explicó Belkis Rosales.

La solidaridad entre padres y representantes

En la situación que se atraviesa con la pandemia del COVID-19, los representantes de las zonas rurales han sido solidarios con los niños que no cuentan con aparatos tecnológicos.

«En el año escolar anterior, que se manejó a distancia, los representantes que tienen datos le hacen el favor a quienes no tienen y envían las tareas; las docentes también, como en tres oportunidades, se dirigieron a las escuelas para recibir las actividades de los niños», dijo Rosales.

Docentes también sufren

Para los educadores, no contar con las herramientas tecnológicas adecuadas hace que se torne un poco complicado cumplir con las clases online; sin embargo, se las ingenian para no abandonar a sus estudiantes.

«Mi computadora personal hace tiempo se dañó y no he tenido cómo llevarla a reparar; mi teléfono tiene muy poca memoria y cuando hay fallas de electricidad tampoco funciona, a veces no me salen ni las llamadas», lamentó la profesora.

Algunas aldeas reportan señal Movilnet en la zona; sin embargo, es intermitente, pues falla el servicio con los reiterados cortes eléctricos, lo que hace más difícil que los alumnos y docentes continúen enviando y recibiendo las actividades escolares.

Daniela González

¡Quieres recibir el periódico en la puerta de tu negocio!

1 Mes

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 5% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post 1 historia

Mensual
54.000 Cop

Pago único

Suscribirse

3 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 10% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    1 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
51.300 Cop

Pago único

Suscribirse

6 meses

  • 3 Ejemplares semanales
  • Entrega gratis (Delivery)
  • Aviso impreso 2×5
  • Descuento del 20% en publicidad Digital
  • Osequio de Instagram
    2 Post + 1 historia
  • Descuento del 5%

Mensual
48.600 Cop

Pago único

Suscribirse