Reducida en tiempo y espacio, en consonancia con tiempos que exigen eficiencia de recursos y esfuerzos, Expotáchira 2020, instalada este año exclusivamente en el pabellón Venezuela de Pueblo Nuevo, ofrece una diversidad de emprendimientos, entre lo que ya se ha visto en otros años, pero esta vez en pequeña dimensión, y emprendimientos debutantes.
Freddy Omar Durán
Con entrada gratuita, la edición de este año en el ambiente ronda más el ánimo y el optimismo, y siendo para muchas empresas una buena forma de empezar el año, especialmente las que representan nuevos emprendimientos regionales.
Reducir la Expotáchira a una semana fue una decisión tomada por Mil Producciones, ente organizador del evento, en los espacios adecuados por Corpotáchira. Se planteó una semana completa para prever todo tipo de dificultades, propias de nuestra crisis, que incluye los servicios públicos, para lo cual se habilitaron plantas eléctricas y tanques de agua aéreos. De otra parte, esta medida contribuye al riesgo mínimo que deben hacen los expositores, esperando que ellos den lo mejor de sí.
Este año, por problemas organizativos, no fue posible la apertura para la Expotáchira del pabellón Colombia, para el cual se tenía una programación especial, que no se pudo cumplir.
Cada noche hay concursos de imitadores, en lo que se ha denominado “Yo me llamo”, y para este fin de semana se ha programado la participación de agrupaciones de la talla de la Billo´s Caracas Boys, Barranco Mix, en shows que tendrán venta de boletería.
El pago de bienes y servicios ofrecidos en la Expotáchira 2020, en una tendencia ya más perfilada este año, se puede hacer en bolívares, pesos y dólares, moneda esta inscrita en muchos carteles promocionales y menús, con precios que intentan no desmotivar a potenciales compradores, muchos hoy en día ya no tan dispuestos a excederse en gastos.
Las ferias de comida y bebida a la entrada, en la parte de atrás, han venido consolidándose como uno de los atractivos del evento, al margen del área propiamente comercial.
La seguridad está garantizada este año por la empresa privada, seguridad interna, la Guardia Nacional y Politáchira.
Con la reducción de las casetas de bebidas alcohólicas, en las cercanías de los pabellones, el evento aspira a atraer a la gran familia, y de hecho no faltan motivos para que chicos y grandes se entretengan.
Como siempre, los stands, alrededor de 120, corresponden a diferentes empresas e instituciones, muchas de las cuales aspiran a la rentabilidad inmediata, mientras facilitan los contactos para futuros negocios, mientras para otras lo más importante es la consolidación de una marca. Hay otras empresas, de mayor arraigo regional, que han hecho presencia ferial porque casi era una obligación, de una u otra manera, hacerlo, aunque cada vez se extrañan más esos grandes nombres que alguna vez simbolizaron la grandeza industrial tachirense.
Mucho del emprendimiento participante en esta edición proviene del interior del país, e incluso de Colombia. Incluso algunos, siendo de la región, ofrecen productos importados del vecino país.
La oferta es diversa, desde lo cultural, lo educativo, la maquinaria industrial, la mueblería, la perfumería, el turismo, venta de boletería de grandes espectáculos propios de la temporada, el sector automotriz, el sector alimentos, la panadería, ferretería, cerrajería, mobiliario para oficina, los juegos para la estimulación de la inteligencia infantil. Si en el pasado el calzado y la ropa mandaron la parada, como igual hicieron en su momento los utensilios caseros, los celulares, la bisutería, este año no hay una en particular que prevalezca y, de alguna manera, todos ellos están representados.
Los artistas, con variedad de propuestas, han visto en la Expotáchira una vitrina excepcional, como el caso del joven tachirense Ricardo Vivas, con una iconografía pop, perfectamente identificable por el gran público, aplicando todo su ingenio en la escogencia de estilos, formatos y soportes. Sus motivaciones van más allá de “vender obras”, pues lo importante estriba en darse a conocer, de manera tal que su nombre sea tomado en cuenta para aquellos proyectos regionales o nacionales que incluyan una propuesta plástica. Su propuesta se sostiene en el principio de que cualquier objeto puede ser revestido de arte, y eso se los demuestra a los visitantes in situ. Por su parte, Miguel Rodríguez, con 20 años de experiencia, ya lleva cuatro Expotáchira y su propuesta se inclina a un abstraccionismo, con obras de propósito decorativo y arquitectónico; participar en el evento, le ha permitido promocionarse y considera que pocas actividades de este tipo parecidas se están realizando en el país, donde lo comercial y lo cultural vayan de la mano.
Feria de viajes reales y simulados
El viaje y la aventura también ocupan un lugar muy importante. Lo difícil que resulta en estos días hacer turismo en el país, hace necesario considerar destinos regionales, entre ellos la represa La Trampa, ubicada en Pregonero, municipio Uribante, con amplio servicio de hospedaje, restaurante y paseo en lancha, a cargo de un personal altamente capacitado, disponible durante todo el año. En la actualidad ese campamento, que se impulsa como nuevo imán de turistas, está adscrito al Ministerio de Servicios Penitenciarios.
Pero no solo se trata de vislumbrar posibles viajes, sino de hacerlos ya una realidad a través de simuladores de vuelo, una experiencia novedosa de realidad virtual para esta feria. Estos equipos, construidos por Cavenca, hacen parte de un plan de capacitación que desde el aeropuerto de Paramillo se viene ofreciendo, y que quiere demostrar que la aeronáutica puede ser para todos.
Un producto tradicional como el café también se hace presente a través de marcas ya tradicionales, como Concafé y su tradicional stand en las afueras de los pabellones, en donde este año se ha puesto a la venta “matas de café”; y otras en proceso de consolidación, como café El Padrote, con su centro de operaciones en Pregonero, que ofrecen un producto con calidad de exportación, que por primera vez se presenta en la Expotáchira. El plan de siembra para este año de esta empresa abarca alrededor de 80 mil plantas, al tiempo que está haciendo una inversión importante en desarrollo tecnológico, prestando apoyo incluso a productores que el año pasado dejaron perder sus cultivos, haciendo honor a su lema “de la montaña a su taza”.
Este año la Expoferia ha acondicionado una zona denominada Sportbar, para personas adultas y apta para el consumo de bebidas alcohólicas, que funcionará hasta las 2 de la madrugada.