Freddy Omar Durán

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Secuestrados en su propia vivienda, se considera la familia Cárdenas, compuesta de una pareja y cinco menores de edad, en un complejo de la Misión Vivienda de La Quiracha en Rubio, en el bloque 5, razón por la cual exigen ser reubicados, en tanto ellos sienten que su vida corre un serio peligro.

Así lo manifestó Angelo Cárdenas, a quien la bendición de recibir un techo se le ha convertido en un infierno, por lo que él lo ha catalogado de agresión permanente de vecinos.

–Aquí estamos como presos. No podemos salir ni asomarnos por la ventana, fue el llamado urgente que hizo el señor Cárdenas manifestado vía telefónica.

Un ingrediente insufrible, falta de convivencia, que ahora se agrega  a un cuadro de carencias, en medio de una cuarentena sin luz y sin gas, y con apenas un poco de lentejas para sobrevivir, ya que para salir deben atravesar una puerta con candado vedada para ellos.

Testigos de los hechos ha sido la alcaldía de Rubio, funcionarios de la Misión Vivienda, y entes policiales, a quienes aunque reconocen sus intentos de interceder, exigen soluciones contundentes.

Denunciaron agresiones que van desde el ingreso ilegal a su morada, hasta arrojarles agua infecta a su puerta, ofensas, intimidaciones, toda una tortura psicológica, encaminada a expulsarlos del complejo habitacional, a dejarlos en la calle, en momentos en que eso podría significar no solo ponerlos en la indigencia, sino arriesgar sus vidas.

La situación ha llegado a tal punto, que se ha caído en la agresión física, e incluso los menores han estado al borde de la misma, y su salud mental está en riesgo al vivir en un terror constante.

Afirma el señor Cárdenas que ha sido conminado a pagar multas y un servicio de gas, que sencillamente aseguran se les ha bloqueado.