Solo en animales domésticos, la organización alberga a 320 perros y cerca de 90 gatos
Jonathan Maldonado
El centro de rescate animal más grande de Venezuela se halla en la frontera. Nació hace ya dos lustros en el municipio Pedro María Ureña y, en la actualidad, cuenta con una sede en San Antonio del Táchira, muy cerca del Aeropuerto Internacional Juan Vicente Gómez. Allí atienden a todo animal que llega: doméstico y silvestre.
A FundaBolívar arriban a diario animales heridos, se reciben denuncias de maltrato y todo lo concerniente a su bienestar. “Lo hacemos gratuitamente”, precisó Jonatan Palacios, director general de la organización.
Según Palacios, se trata de uno de los centros de rescate animal más organizados de Latinoamérica. “Me considero un activista desde hace ya muchos años. Tengo 18 años como vegano, soy defensor de los animales, iniciando por la alimentación”, aclaró mientras dejaba por sentado que el grupo que lidera no consume nada que provenga de los animales.
“Ese activismo es el que nos movió a entender que una de las necesidades más importantes que teníamos aquí, en frontera y en Venezuela, eran los animales. Los que están constantemente desprotegidos, que no tienen normativa, que no tienen gente que haga la labor, para hacerles ver al resto de la humanidad su relevancia. Entonces, nace de esa voluntad”, especificó.
600 litros de sopa cocinada a leña
La escasez de gas ha hecho que FundaBolívar busque otras alternativas para atender a los animales. A diario, los vehículos salen a las 2:00 a.m. y hacen recorridos para obtener los residuos cárnicos, que luego son clasificados para ser usados en la elaboración de una sopa de más de 600 litros, cocinada a leña.
A esto, se une el tema de la gasolina, el cual limita en gran medida el trabajo, mas no lo paraliza, pues “siempre hallamos alternativas”. Palacios es consciente de que la formación en torno a la protección animal no solo es compleja en Venezuela, sino en el mundo entero. “Ni siquiera en Estados Unidos existe una formación integral en pro de los animales”, resaltó.
Lamentó que en Norteamérica aún fomenten la caza, lo que a su juicio revela carencia de muchos valores. “Aquí, en Venezuela, estamos haciendo algo único, decimos que estamos cambiando la forma en que los humanos ven y viven con los animales; ese es nuestro objetivo”, aseveró.
El director general del centro enfatizó en que sus labores están enfocadas tanto en la fauna doméstica como silvestre, “entendiendo como fauna doméstica solamente perros y gatos. De ahí en adelante, aves y demás son atendidos, rescatados, rehabilitados y sometidos a un proceso de reinserción, para después liberarlos”. En el recinto hay aproximadamente 320 perros y cerca de 90 gastos.
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Prevalece la ayuda foránea
A diario, ciudadanos acuden con sus mascotas al refugio para que reciban alguna atención sanitaria gratuita. Esto, aunado a la cantidad de caninos y gatos abandonados, representa grandes gastos para la fundación. “La ayuda que más llega es la foránea. Realmente, a nivel nacional y local es mínima. Hay una falta de compromiso, por eso es que hay que hacerle saber a la gente la importancia de este proyecto”, añadió.
Palacios mantiene su mirada puesta en la organización, la cual, desde su perspectiva, debería existir en todos los municipios del estado andino. “Defender la vida animal es fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad”, apuntó.
A la persona que desee ayudar, dijo, debe quedarle claro que este proyecto es vital para el mundo. “Si no tenemos ambiente, si no tenemos animales, si no tenemos aire, no hay nada. FundaBolívar es una organización de defensa ambiental y animal, y esto es importantísimo captarlo para poder colaborar”.
Con respecto a las formas de ayuda, aseguró que hay muchas vías. Empezó con los voluntarios que deseen aportar horas de trabajo. También asomó la posibilidad de donar un pote de pintura, de cloro o de jabón. “Aquí se hace muchísimo todos los días, entonces se requiere de varias manos. Es como tener 300 o 400 personas en una clínica, hay que atenderlas, hay que darles medicinas”, comentó.
“Si nos pueden apoyar económicamente, bienvenido sea. Los gastos de este refugio superan los 10.000 dólares mensuales y es una cantidad enorme. Tenemos 25 personas contratadas, tenemos vehículos que se averían, se dañan; hay mucho que hacer. Enhorabuena todo el espaldarazo”, subrayó.
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Una sede en Rubio
Una de las metas por las que trabaja FundaBolívar, es en conseguir un terreno en Rubio, municipio Junín, para levantar otro refugio animal. “Esta es nuestra base, pero la idea es multiplicarnos y expandirnos de forma regional y nacional”, acotó.
“Nunca hemos negado la recepción de un animal. Todos los hemos atendido. El objetivo realmente es que el animal esté bien. Aquí no se cobra nada por la atención, es gratuita. Pero si la persona quiere donar algo a FundaBolívar, es bienvenido”, sentenció.
Igualmente, reflexionó sobre el comportamiento de la humanidad. Para Palacios, como especie, “no somos necesarios. Nosotros podemos desaparecer y el Planeta continúa, incluso más hermoso. Entonces, hay que interiorizar que muchas veces estamos invadiendo, acabando. Nuestras actitudes deberían ser recíprocas, pues la Tierra nos da aire, agua; nos da vida”, manifestó.
A modo de colofón, Jonatan Palacios conminó a invertir el tiempo en resguardar a la naturaleza. “No vamos a tener ni aire para respirar, ni agua para tomar. Nosotros iniciamos en Ureña. En Táchira dirigimos nuestro accionar en tres puntos: el primero en la frontera; el segundo en Capacho y Rubio, mientras el tercero va de San Cristóbal hacia arriba. Hemos hecho rescate en otros estados”, remató.