Dos puentes mantienen prácticamente incomunicados a El Rosal, El Hoyito, El Cafetal y Cañaveral, en Rubio. Además, hay calles destruidas que requieren ser recuperadas
Ya han pasado tres meses de la vaguada en Rubio, municipio Junín, y sus habitantes continúan esperando por la reparación de los puentes que comunican a las comunidades de El Rosal, El Cafetal, El Hoyito y Cañaveral.
Francisco Pernía, vecino del sector e integrante de la comisión de trabajo de enlace con los entes del Estado, dijo que son muchos los problemas que aquejan a los lugareños, pues los daños sufridos por dos puentes complican la ya difícil situación que atraviesan.
Al respecto, explicó que ambas estructuras forman parte de la vía que da acceso y salida a los referidos sectores de la capital de Junín, de allí la importancia de iniciar los trabajos de recuperación, pues –asegura- se hallan prácticamente incomunicados.
“La fuerza del agua arrasó y socavó parte del canal. En el sector del Cañaveral quedaron algunas viviendas socavadas en sus cimientos y están suspendidas en el aire”, afirmó.
De acuerdo con lo expuesto por Pernía, “ya han pasado tres meses de desidia”, porque ningún organismo ni autoridad municipal, regional o nacional, se ha abocado a realizar las reparaciones necesarias, ni a desarrollar un proyecto. “Ni siquiera una máquina”, criticó
Asimismo, informó que el pasado 15 de febrero los afectados designaron, en medio de una asamblea de ciudadanos, una comisión de trabajo, de la que forma parte, encargada de solicitar y hacer seguimiento a los organismos competentes para recuperar el puente que mantiene incomunicadas a las comunidades señaladas.
“Por uno de los puentes hay paso peatonal o en bicicleta, y el otro sí está completamente roto. Hay que reparar el puente, porque es un paso de camiones y de otros vehículos, y se corre un riesgo tremendo de un desastre mayor”, advirtió el vecino.
Un día fatídico
Pernía evocó los angustiantes momentos vividos el pasado 7 de noviembre, cuando la inclemente lluvia despertó la furia del agua de la quebrada La Yegüera y del río Carapo, recurso hídrico que se desbordó y cambió su rumbo para arrasar con todo lo que estaba a su paso.
La quebrada La Yegüera atraviesa toda la urbanización El Rosal y el barrio El Hoyito, justo en el puente de concreto que comunica a ambas comunidades se generó un punto crítico. “Justo allí se acumuló el agua y cambió el rumbo hacia las calles 1, 2 y 3 de El Rosal, donde también causó severos daños”, señaló Pernía y agregó que los habitantes de la zona temen que en tiempos de lluvia se repita la tragedia.
Bleima Márquez / @bleimamr