Un día como hoy, pero en el año 1958, se produjo el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, a consecuencia de una serie de manifestaciones populares, sumadas al descontento militar, hechos que iniciaron el 1 de enero de ese año.
La caída
Apenas arrancaba el año 1958 y ocurría un evento que iba a marcar el inicio del fin del perezjimenismo: un intento de derrocamiento encabezado por el coronel Hugo Trejo, con la participación de varios oficiales de las guarniciones de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea, no vio luz y terminó con el encarcelamiento de los revoltosos.
Aunque ya Venezuela venía transitando por una crisis interna, a partir de ese momento las calamidades se acentuaron mucho más, empeorando con el transcurrir de los días.
Diariamente, las manifestaciones populares eran el pan de cada día y. con el pasar del tiempo cogían más fuerza; incluso, los liceístas llegaron a unirse a esta fuerza y junto a las insurrecciones militares, también constantes, clamaban por la salida del tachirense del poder.
Cárceles abarrotadas por presos políticos, depresión económica, represión al movimiento estudiantil y cierre de casas de estudios, fueron la respuesta del régimen de ese entonces.
Huelga general
En la mitad del mes de enero, la Junta Patriótica convocó a una huelga general, específicamente para el día 21, teniendo participación de los medios de comunicación, acción que fue acatada en toda la nación y que registró varios enfrentamientos entre manifestantes y la Fuerza Armada.
Al día siguiente, los altos jefes castrenses de la Academia Militar se reunieron para tratar la situación, acordando la creación de una Junta Militar de Gobierno para que exigiera la renuncia de Pérez Jiménez; más tarde, en la noche -para ser precisos-, a la Junta se unen la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas.
Ahuecó el ala
Acorralado y sin apoyo militar, el tirano huyó del país en la madrugada del 23 de enero, a bordo de la aeronave «Vaca Sagrada», desde el Aeropuerto La Carlota, con rumbo a Santo Domingo, capital de República Dominicana, para posteriormente trasladarse hacia España, contando con la hospitalidad del también dictador ibérico Francisco Franco, en donde murió EL 20 de septiembre de 2001, a causa de un paro cardíaco.
Rápidamente y ante el vacío de poder, la Junta Militar tomó las riendas de la nación y designó al contraalmirante Wolfgang Larrazábal como jefe de Estado, de manera provisional.
Actualidad
Esa fecha pasó a la historia patria como recuerdo del derrocamiento de la última dictadura en el país, así como también dio origen a la aparición de los partidos políticos y la era democrática.
En honor al suceso, diferentes barriadas del país asumieron el nombre de 23 de Enero. También diferentes partidos políticos (oposición y oficialismo) efectúan actos conmemorativos año tras año, con la llegada de la fecha.
Para algunos, Pérez Jiménez fue un gran mandatario, no hay duda de las grandes obras públicas que dejó en el país, mientras que para otros fue un despiadado dictador y opresor, causante de muertes y desapariciones forzosas para sus detractores.
Sea cual sea el recuerdo y la lectura que al gobierno perezjimenista se le quiera dar, no hay duda de que el 23 de enero y la caída de ese régimen dejaron una huella imborrable en la historia política venezolana.
Favio Hernández